“Vivamos la milicia del cristianismo con buen humor

de guerrillero, no con hosquedad de guarnición sitiada”.

Nicolás Gómez Dávila

“Estoy inaugurando en la Argentina la literatura anticlericalosa. En todos los países católicos existe y aquí es una vergüenza. Los eclesiásticos, como toda sociedad humana, tienen sus defectos, abusos y ridiculeces y si no existe un contraveneno, el córrigo-ridendo-mores, campan con todos sus respetos, como una murga cualquiera”.

Padre Leonardo Castellani


martes, 22 de julio de 2025

EXCLUSIVO DE CRM: EL MARTIROLOGIO ECUMENICO – SEGUNDA PARTE

 



EXCLUSIVO DE CRM: EL MARTIROLOGIO ECUMENICO – SEGUNDA PARTE

 

FEBRERO

 

4-En Pakistán, San Ananda Rupananda Qurwani, mártir. Profesor de religiones comparadas, asistió al Congreso Internacional de las Religiones Hermanas en Asís. Mientras ingresaba a la Basílica donde se realizaban los encuentros, se le acercó un sacerdote de sotana y lo increpó con dureza. Qurwani sufrió entonces un paro cardiorrespiratorio a causa del disgusto. Camino del hospital, perdonó a su intolerante agresor, que fue apaleado por una fervorosa multitud de pacifistas. 

 

14- En La Guita, Buenos Aires, Beata Carlota Holms de Botazzi, confesora. Dirigente social, fundadora de la “Asociación Tías de la Plaza de Mayo”. Adalid de los Derechos Humanos, es recordada por su testimonio en los juicios llevados a cabo en el retorno a la Democracia.

 

28-En Roma, Santa Marta Bergolia. Religiosa progresista y ecuménica de la congregación de las Hermanas Florentinas, virgen y confesora. Su sentido de la solidaridad la llevaba a dar siempre el primer paso. Prefería una Iglesia accidentada a una Iglesia con olor a naftalina. Así fue ella quien se ofreció a dar ejemplo para con los timoratos, al recibir antes que nadie la vacuna Pfister. Lamentablemente murió de un infarto fulminante poco tiempo después. Reza su lápida en la Iglesia San Pablo VI: “Es mejor morir vacunada que vivir contagiada”.

 

 

MARZO

 

 

2-En Nepal, el Lama San Rikhan, antiguo maestro de sabiduría oriental, Premio Nobel de la Paz, mártir. Su amor por la Casa Común era extremado. Jamás pisó una hormiga, y cuando debió caminar por el césped lo hacía desnudando sus pies en una ceremonia ritual, pidiendo perdón a cada paso que cuidadosamente concertaba. En sus últimos años fue acusado por conspiracionistas de intimar con niños de corta edad. El Lama, aceptando impasible los denuestos, ofreció todo por el bien y la paz del Planeta, pues sabía que perder los estribos significaba alterar el tan delicado equilibrio ecológico. Murió de forma impensada: un mosquito nepalero salvaje introdujo su poderoso aguijón en medio de su ano, mientras el Lama estaba llevando a cabo una ceremonia ritual con un monje. Este último tomó cuidado de no olvidar su última palabra: “Pica”. 

 

14-En Louisiana, EUA, Beato Padre Silvestre Degastri, confesor, de la Diócesis de Katrina. El amor del prójimo llevaba al P. Degastri a comprender y consolar a todos los marginados de la sociedad. Particularmente sensible con aquellos marginados por su sexualidad o género, Degastri no dudaba en consolar a los rechazados. En una de estas consolaciones contrajo una enfermedad venérea que lo redujo a una piltrafa. Lejos de renunciar a su fe ecuménica, ofreció sus sufrimientos por la paz universal y la bio-diversidad. Se lo conoce como el Santo de la Diversidad.

 


20-En Buenos Aires, San Mordejai Kaplan, rabino, mártir. Conocido como “el amigo del Cardenal”, toda su empeñosa vida fue ejemplo de entrega absoluta a la causa de la hermandad entre las religiones. Por ese motivo creyó necesario acumular capital suficiente con que financiar todas las iniciativas ecuménicas posibles. Bien ubicado en el mercado de video-films y revistas para adultos, que con entera libertad producía en pro de una libre decisión democrática, no obstante, una turbia conspiración se cernió sobre él, debido a que su influencia benéfica sobre el Cardenal Jorge Mario Lampeduzza –sin dudas papábile- podía hacer triunfar la causa de la hermandad universal. Así fue como la estafa, la ignominia, la persecución judicial y hasta la hostilidad de algunos medios periodísticos alternativos, mancharon su prestigio y, peor aún, hicieron descender sus ganancias, al punto que debió abandonar su empresa. A tanto llegó la persecución que Mordejai terminó abandonando la sinagoga. Murió en circunstancias aún no del todo claras, en la habitación de un motel del barrio de Almagro, en compañía de una mujer que había conocido laboralmente. A su lado se encontró una caja de un medicamento llamado “Viagra”, que habría confundido con las pastillas de eucaliptus que solía consumir. El Cardenal pronunció su panegírico el día del sepelio en La Tablada: “Fue un hombre de bien”, sentenció, “del que he aprendido mucho. Lo voy a extrañar”.

 

 

ABRIL

 

 

4-San Joao Gilberto Ribeiro da Fonseca, obispo brasileño, mártir. Ribeiro da Fonseca tuvo una destacada participación en el Sínodo Sinodal de la Sinodalidad, junto al pueblo de su Diócesis. Proclamó en voz alta (cuando los micrófonos no funcionaban) la horizontalidad democrática de la verdadera Iglesia. Como Teólogo experto en la “Teología do Povo” supo vivir lo que enseñaba. Vivía como pobre entre los pobres, acompañado de su barragana a la que llamaba cariñosamente “meu aparecida”, en una favela de Rio de Janeiro. Ese fue el escenario de su trágica muerte, a manos de un celoso ex amante de la compañera de su vida. La aguda faca del agresor le dibujó una sonrisa en su voluminoso abdomen, dejando caer sus vísceras en el barrial de una lluviosa noche de carnaval. Posteriormente se descubrió que el sujeto agresor era de ultraderecha, ya que había votado dos veces por Jair Messias Bolsonaro, por lo que investigaciones más exhaustivas determinaron que Don Joao Gilberto murió en verdad por odio a la fe en el pueblo. Una rúa de Rio y otra de Brasilia fueron inmediatamente bautizadas con su nombre.

 

7-En Nimes, Francia, Beato Padre Jean-Luc Turronamur, IMBP (Instituto del Muy Buen Pastor), confesor. Celoso custodio de las directivas siempre nuevas de la Iglesia, consciente de que de ese celo dependía la pujanza de la Iglesia como parte integral de la Ecumenicidad mundial, el P. Turronamur fue el encargado por la Conferencia Episcopal Europea de velar por la aplicación armoniosa de las directivas emanadas del Sínodo de la Sinodalidad. Fue un gran esclarecedor del pueblo contra las insidias de los retrógrados, ultramontanos e integristas que aún perduran en diversos rincones de Francia. Fue su intrepidez al servicio de las Iglesias Ecuménicas la que lo llevó a su fatal desenlace. Sabido de que un grupo de nostálgicos indietristas (también conocidos como “lefebvristas” o “de la Resistencia”) planeaba celebrar una misa según el ordo perimido y exonerado por Su Santidad, el Padre Jean se disfrazó de pordiosero a fin de concurrir como testigo y tomar instantáneas del acto sacrílego. Pero fue descubierto al querer llamativamente –no pudo con su devoción- comulgar según la normativa vigente y adulta, esto es, en la mano. Expulsado del recinto ignominiosamente, y ante el peligro de enfrentarse a una patota de energúmenos descristianizados, debió correr desaforado para salvar su vida, con tan mala suerte que al cruzar las vías del tren no observó que el TGV con destino a Paris venía como torbellino por el otro andarivel.

Reza su lápida en el Templo Ecuménico Universal: “Murió por la Nueva Iglesia”.

 

 

 

MAYO

 

 

10-En Cádiz, España, Santa María Julia Albornoz de la Cueva, “Julita”, mártir. El amor por la Iglesia y el Papa la llevaron desde muy pequeña a cumplir sus deberes parroquiales. Luego de recibir la catequesis conciliar, ella misma ofreció su cálida simpatía para catequizar a miles de niños gaditanos. Particularmente activa se mostró en las “Jornadas Mundiales de la Juventud”, bailando al son de “Megadeth” junto al Santo Padre. También su compromiso se extendió hasta ser por varios años ministra de la Eucaristía y Diácona. Por si fuera poco, también “Julita” logró constituir una hermosa familia con su pareja Pepa, con quien educaron en la santa religión ecuménica una niña de origen butanés. Julita murió de manera por demás heroica, cuando al asistir a una manifestación a favor de los derechos humanos de los animales, en medio de la fiesta de San Fermín, un toro bravo se la llevó puesta, clavando salvajemente sus cuernos en el abdomen de Julita, que como últimamente había engordado demasiado, no pudo esquivar con presteza al agresivo animal.

De más está decir que el animal traidor y desagradecido fue llevado a faena, aunque debido a las restricciones para el consumo de carne animal fue ofrecido en holocausto a la Democracia, en una jornada de homenaje a la heroica Santa Julita.

 

15-En Berlín, Beata Cintia Grundig, confesora. Joven activista medio ambiental, luchó infatigablemente contra el Ecocidio, y particularmente contra la depredación de los ungulados de los bosques eurocéntricos. Su campaña mundial contra la ingesta del chorizo colorado adquirió resonancias épicas. Luego de una gira mundial de concientización vegana, cayó víctima de la fiebre anginal neurovirósica occidental, al regreso a su ciudad natal. A pesar de haber recibido la cuarta dosis de Pfister, no se la pudo reanimar y pereció confesando su fe en la Madre Tierra. Su fiesta se celebra en la Iglesia Sinodal al día siguiente, cuando sus restos fueron devueltos a la Pachamama.

 


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