“Vivamos la milicia del cristianismo con buen humor

de guerrillero, no con hosquedad de guarnición sitiada”.

Nicolás Gómez Dávila

“Estoy inaugurando en la Argentina la literatura anticlericalosa. En todos los países católicos existe y aquí es una vergüenza. Los eclesiásticos, como toda sociedad humana, tienen sus defectos, abusos y ridiculeces y si no existe un contraveneno, el córrigo-ridendo-mores, campan con todos sus respetos, como una murga cualquiera”.

Padre Leonardo Castellani


martes, 30 de junio de 2015

Entrevista caricaturesca






¿Ah, sí? No me diga


Ineptitud felleciana




Si usted publica sólo en francés una entrevista que sabe va a ser traducida y destrozada de inmediato por sus enemigos, quedando obligados todos los que no leen francés -amigos, neutrales y enemigos- a leer su entrevista hecha picadillo en los sitios enemigos; la medida a tomar es simplísima: publicar de inmediato en los otros idiomas. Hay 2 curas argentinos en Menzingen, que podrían haber traducido la entrevista al español de Mons. Felé. Más fácil todavía es traducirla al inglés. Por lo demás, habría fieles de muchas nacionalidades dispuestos a hacer buenas traducciones para San Felé, con los cuales se puede trabajar  a toda velocidad vía email. 
Bien, si usted no piensa en eso, USTED ES... UN INEPTO.

Verificamos que los adictos a Mons. Felé siguen esperando decepcionados la traducción de la entrevista a su ídolo, pues claro, no pueden publicar la traducción de Non Possumus. Por eso deben desviar la atención criticando el último Comentario Eleison donde Mons. Williamson sostiene la posición que sostenía Mons. Lefebvre, ni más ni menos.

Lo que se dice: un auténtico mamarracho.    


Periconiano esperando la traducción oficial de la entrevista a Mons. Felé.




Cartelera cinematográfica


Fue un sensacional éxito de los años cincuenta



Hoy en una nueva y reconciliada versión francesa



¿Imaginan cómo se verá esa señorita sentada, con esa falda tan corta?




Mons. Felé bendijo tres campanas del campanario de La Martinerie. María, la más impresionante, pesa 780 kg; Joan, 310 kg, y Cecilia, 180 kg. Y la Chirusita que muestra sus piernas debe andar por los 85 kg. aproximadamente.

Humor Neo-Frater



“¡Oh! Bien valió la pena destruir la FSSPX para sentir al fin el dulce aroma del reconocimiento romano…”


Otro rumor



Un asiduo lector de nuestro blog, el Sr. Hipólito Perales, nos remite vía correo-e esta fotografía, afirmando sin atisbo de dudas que la casa elevada es la sede actual de la Radio Cerianidad. Debido a su empeño en adscribirse a la escuela de los Fariseos o “Separados”, nos parece muy lógico que no deseando “contaminarse”, hayan optado por esa solución. Aplaudimos desde acá tal ingeniosidad arquitectónica y damos gracias a nuestro lector por habernos ilustrado con la imagen respectiva. Pero, lamentablemente, no hemos podido comprobar fehacientemente la especie, por lo que podría tratarse de un simple rumor.   
  

Putimonio en Obamaland: Opina The Duke




Putimonio legal en Yanquilandia: el promotor






sábado, 27 de junio de 2015

Bernardo y el barril de amontillado




Estaba en Suiza un perro romano
visitando a su tocayo Bernardo.
Era éste un alto prelado
fraterno juez aún no reconciliado.
Deseaba Bernardo –el humano-,
escanciar del vino amontillado,
mas era difícil sin ser lastimado
por lo que hubo de portarse cauto.
Dijo en inglés bien pronunciado
“¡Help!”, y también en castellano,
pues era políglota, y muy viajado,
aunque nada le daba resultado.
“La bebida es importante –es decir-.
la estampilla”, decía claudicante,
mientras continuaba desplumando aves
impertinentes de su corral, reluctantes,
que al ver al perro huían tremulantes,
por no morir en la iglesia conciliante.
Tuvo la idea, entonces, atrevida
de mostrar su urgencia sin ambages,
“Necesito la estampilla o me muero,
quiero decir, la bebida, ya tú sabes.”
Acabóse el diálogo entre canes,
y postróse el Bernardo anhelante.
“Así seré reconocido por mis pares
y mi necesidad satisfaré al ser iguales,
nadie me llamará cismático, ¡ya nadie!”.
Oh, tus últimas palabras serán tales,
Bernardo, ¿no sabes que de animales
las historias suelen ser irreales?
Para ti un barrilito tendrán los romanos,
con té de sardonia que te hará un guiñapo,
similar a los herejes modernistas liberales
del Maligno monigotes y jayanes.

Rubén Delrío

La doble cara de la Neo-FSSPX


Me tomo la pócima para agradar a Francisco.

Y ahora me la tomo…

Para criticar a Roma y contentar a los tradicionalistas.


Más detalles en NON POSSUMUS


jueves, 25 de junio de 2015

Ilusión diabólica



Imagen de la película Nightmare Alley o “El callejón de las almas perdidas”.


Una Radio del mundo moderno

“No es cuestión de números…pero”, pero claro, sí que lo es, y mucho. Al igual que los holocaustofabulistas, acostumbrados a inflar cifras y exhibir grandes números; al igual que neo-fraternitarios, acostumbrados a exhibir expresivas estadísticas numéricas con todo lujo de detalles; los de Radio Cerianidad también son parte del embrujo moderno del “Reino de la cantidad y signo de los tiempos” en expresión de otro que cayó bajo los embrujos, en este caso de la Masonería.

Curiosamente tanto unos como otros, neo-fraternitarios y radioceriánicos, exponen números muy caros a la Kábalah judía y a la Masonería. Seis millones por un lado y once millones por el otro. Para quien quiera conocer más del sentido simbólico-esotérico del número 11 que lea los libros de Mons. León Meurin sobre la Masonería. Curiosamente la Radio alcanza las 11 millones de “presencias” un día 22… En fin, creamos en las casualidades, a veces lo son. No nos entretengamos más y vayamos a lo verdaderamente importante de todo esto.

Fariseos

Los Fariseos también se fijaban en los números. Y los inflaban a más no poder. Distinguían 613 mandamientos, 248 preceptos y 365 prohibiciones. Y como enseñó Nuestro Señor: “Todas sus obras las hacen con el fin de ser vistos de los hombres; por lo mismo, llevan las filacterias más anchas, y más largas las franjas. Quieren también los primeros asientos en los banquetes, y las primeras sillas en las sinagogas, y ser saludados en la plaza, y que los hombres les den el título de maestros” (Mt. 23, 2-7).

Del mismo modo los fariseos radiales con su estilo sensacionalista alargan sus entradas, extienden sus citas, multiplican sus entradas, buscan los primeros sitios entre los “resistentes”, el primer sitio en “popularidad” y desean ser llamados “maestros” y “devotos”. Así también orgullosos ostentan sus cifras: 1.000.000, 2.000.000. 4.000.000, 6.000.000, 7.000.000, 10.000.000 y 11.000.000…

Ilusión diabólica

Dice este triunfal artículo radial: Radio Cristiandad es considerado el sitio de la verdadera Tradición Católica en idioma español más conocido, visitado y apreciado de todo el orbe.

Con la lectura de las estadísticas que publican, efectivamente se puede decir que son el sitio tradicionalista (lato sensu) en español más conocido y visitado. Pero de ahí a que sea, por esto, el más apreciado (valorado, estimado, querido o amado) hay un gran trecho.

Supongamos que en algún lugar se exhiba a un hombre con tres cabezas (o cuatro, bah) o un fenómeno semejante, y que muchos vayan a verlo, de modo que el desgraciado llegue a ser el hombre más conocido y visitado del mundo. ¿Por eso mismo debe considerarse el más “apreciado”?

Como el fenómeno (freak), la Radio Cerianidad es visitada, principalmente, porque representa una línea de pensamiento “católico” extremo, desviado, violento. Lo demás es pura ilusión diabólica.

Por otra parte, once millones de visitas (suponiendo que no cuenten las propias) no significa once millones de personas, ni siquiera de lectores. Cualquiera sabe, además, que miles de personas ingresan de casualidad, buscando seguramente una imagen que necesitan para su propio blog, entonces el ingreso es efímero como un bostezo, pues un habitante de Nueva Guinea que no habla español simplemente mira las figuritas que aparecen y luego “cambia de canal”. Así que hacer aspavientos por “la cantidad” es hacer como Cristina Kirchner que alardea del “54%” de los votos, donde suman desde el militante convencido hasta el que hizo “ta-te-ti” en el cuarto oscuro…

Y si vamos al aspecto noticioso o informativo propiamente dicho de la Radio, hace mucho tiempo que fue superado por el blog Non Possumus, al que envidiosamente llaman “Los Impotentes”, como se ha visto recientemente en la repercusión mundial de la noticia del nombramiento de Juez de Mons. Felé por parte de la iglesia conciliar, primicia que la Radio no sólo no tuvo sino que motivó sus iras, o por lo menos la de uno de sus “columnistas” más revulsivos. En legítima defensa, Non Possumus demostró que esa su propia producción periodística fue propalada mundialmente sin el debido reconocimiento a su labor. Pero está claro que es mayor espacio de referencia que la mencionada Radio. Ya nadie se entera de nada recurriendo a ésta, por eso han crecido tanto en la consideración general los por ellos llamados “Impotentes”.

Ah, pero tanto la Radio como la Neo-Frater (y Francisco y sus multitudes) hablan de millones…

Pero, la verdad ¿es pasión de multitudes?

Por cierto, si como afirma la Radio: “Como decimos en el título de este artículo, no es cuestión de números, que sólo son relativos; aunque en orden al apostolado, sí es importante que sean más las personas que ingresen a participar del acervo moral y doctrinal que ponemos a disposición de nuestros lectores” ¿cómo es que desde hace por lo menos cinco años no tienen más que un puñado de feligreses los curas de allí, y no extienden su apostolado a otras ciudades y países, e incluso un Padre colombiano (que goza de “jurisdicción sobrenatural profética”) se queja de que son un grupo “solito” en la “inhóspita trinchera”? Eso significa que los millones no hacen efectivo ese seguimiento, o que tal vez no los entiendan. Quizás ocurra tal cosa porque “los frutos que permanecen no son los de un apostolado efectista y ruidoso”, como dice Mons. Straubinger. O en palabras de San Francisco de Sales: “El bien no hace ruido y el ruido no hace bien”.

La verdad

La mentira apasiona a millones, la verdad, a pocos… Dice Mons. Straubinger: “Los discípulos de Jesús, que hablan en nombre de Él, son escuchados por pocos, como pocos fueron los que escucharon a Jesús, el cual hablaba en nombre del Padre” (Nota a Juan 5,43). Contrariamente a las compadreadas de los que figuran allí, que llaman a “contender” para ver quién es más sabio, más tradicionalista, más resistente y más duro; el apóstol y profeta de Dios “no contenderá con nadie, no voceará, ni oirá ninguno su voz en las plazas” (Mt. 12, 18-21). Predicará a Dios procurando llevar la verdad a todas las almas, pero sabiendo que la forma de hacerlo tiene su importancia, y ésta deriva de su comprensión de que nuestro propio concepto de la santidad “esconde tal vez esa espantosa soberbia por la cual Satanás nos lleva a querer ser gigantes, en vez de ser niños como quiere Jesús” (Mons. Straubinger, sobre Gál. 5,17). Los que quieren santificarse por su propia cuenta, y vociferando son escuchados por millones, son quienes terminan escandalizándose de Jesús, pues al revelar Nuestro Señor la sencillez y bondad de su Padre, como la suya, deja “por ese solo hecho tremendamente condenada y confundida la soberbia de cuantos se creían sabios o virtuosos” (Mons. St. Lc. 7, 23). Así se tornan éstos en perseguidores de quienes no “reconocen” tales “virtudes” de super-tradis, de impecabilidad e integridad superiores.

La mentira

Hemos mostrado con bastante claridad (hacemos lo que podemos) en este blog muchas de las mentiras e imposturas de la Radio, de su “acervo moral”, como así también de la otra cara de la moneda, los sectores más liberales de la Neo-FSSPX. La coincidencia más notoria en ambos es la de tender a defender más que la Fe o la Iglesia, “sus propios intereses sectoriales”, como dice un comentarista de un blog fellecista, predicándose a sí mismos. Predicar es sinónimo de alabar a Dios (cfr. Mons. Straubinger, nota a Tob. 12,7). En la alabanza propia o de la propia congregación o grupo, se empieza a caer en la idolatría, en la necedad y la perversión del corazón. ¡Cuidado! Que el combate fragoroso no nos impida temer la caída en la hipocresía. A Dios le importa el espíritu con que obramos, no la grandeza o cantidad de nuestras obras. Porque nosotros sólo podemos ser pequeños y toda verdadera grandeza procede de Él, pues si somos como niños Él se encargará de hacernos gigantes, puesto que la santidad es un don de su Espíritu (cfr. Mons. Straubinger, nota a Lc. 16,10).

Y en este ser como niños van de suyo nuestras imperfecciones, y también nuestras humoradas, que aquellos que se creen “adultos”, o sea “grandes” y “serios”, nos endilgan como venidos de un “Incontinente risueño”. Como dijo el padre Castellani, Kirkegord “dispuso de muchas pequeñas alegrías; y una dellas aunque pequeña muy viva era el hacer chistes acerca de los hegelianos”. Pero los pobres hegelianos (o fellecistas, liberales y farisaicos) nada saben del humor verdadero, pues éste es “un privilegio del pensamiento realista”, como escribió el Padre Ezcurra. Y la realidad no puede ser percibida por los soberbios, porque cuando somos soberbios somos tributarios del Maligno, incapaz de ver que es “el simio de Dios”.  “La Edad Media tomaba muy en serio al Adversario. Pero también sabía burlarlo y burlarse de su jeta siniestra y deforme”.

  
Aplausos entusiastas para la Radio.

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miércoles, 24 de junio de 2015

El Zorzal Criollo


Oíme che Francisco, escuchá lo que te bato, Gardel hay uno solo, no  me cantés a mí. Yo te conozco las mañas, te manyo de hace rato, desde pibe fuiste fallutelli, a otro andá con tus encantos, la barra lo sabe bien. Te veo muy triunfante, dando dique a todo el mundo, aprovechá la bolada, disfrutala si podés. Pero escuchá, te lo advierto, hacele caso a un criollo, mirá que este despiole no termina nada bien. Dejá de engatusar al paisanaje, volvete a la casita de tus viejos, Pancho comprate un rancho, sino la barra te va a cachar. Te lo digo sin hacer espamento, dejate de picardías, la pobre percanta amurada ya se hartó de tus chamuyos. Dejame a mí las canciones, la farra, el puchero y la marchanta. Vos no rifés más la fe, no te aproveches de la gilada, mirá que estás en orsái y ya pitó el referí. Apurá el mate en el estribo, y volvete para el barrio, mirá que a Mandinga  le va a dar el espiante el Padre que ya sabés. Así que no te enojés, si te canto las cuarenta, es por tu bien que en la jeta,  yo te manyo el escolaso. Y ahora me mando a mudar, te dejo con los judiachos, los pastores cachirulos, los manfloros y cangrejos que te vivan y te abrazan. No estoy para carnavales, pasó el tiempo de Palermo, Nueva York es un esgunfio y vi las duras realidades. El fuego quema, el avión no siempre vuela, y el bronce no sirve para nada. Che, Francisco, Gardel hay uno solo, chantunazos y malandras hay millares. 

El sello de Francisco





A esta altura nos parece cada vez más claro que el sello de aprobación de Francisco no se estampa sólo o simplemente con una firma sobre un papel, sino también con… un beso.

Después de que aquel recordado beso que selló a Nuestro Señor para ser entregado a sus enemigos, así vemos que hace Francisco, a su modo (y Dios sabrá sus reales intenciones), para sellar la ruina de la Iglesia: besos a judíos, protestantes, musulmanes, homosexuales, abortistas, travestis, liberales, besos al mundo.

Para todos hay un beso.

Y ahora vemos que el bloguero fellecista Perikohn nos confirma en forma destacada (¡gracias!) y descarada que Mons. Felé quiere el sello. Es decir, el beso de la traición, el beso de la muerte.

No por nada el mismo bloguero de marras coloca debajo una fotografía de un beso felón de Francisco a Cristina Kirchner…





Lo que también podemos preguntarnos es lo siguiente: Si “la Fraternidad está dentro de la Iglesia”, como dice allí el Jefe de la Neo-FSSPX, y pensamos que se refiere a la Iglesia católica, no a la conciliar, entonces NO NECESITA NINGÚN SELLO, BESO O ESTAMPILLA DE CATÓLICOS. Los que lo necesitan son los herejes modernistas del Vaticano, y para eso deben RENUNCIAR A LA HEREJÍA.

El sello de católicos lo tenemos con el Bautismo y profesando la verdadera fe en unión con las autoridades en tanto estas se ajustan a la verdad doctrinal. Si las autoridades se separan de la verdad de la fe católica,  “el cristiano deberá hacer todo lo posible para adherirse a la antigüedad, la cual no puede evidentemente ser alterada por ninguna nueva mentira” como dice San Vicente de Lérins.

También deja claro allí Mons. Felé que lo importante para obtener el “sello”, “beso” o “estampilla” es que las autoridades conciliares (él ya no las llama así, dice solamente “autoridades romanas”) no le exijan a la Neo-FSSPX aceptar el Vaticano II (completo). Es decir, que las “autoridades romanas” acepten y enseñen el Vaticano II como super-dogma, eso no interesa. Lo importante es la “libertad de acción” de la Neo-FSSPX con el sello romano. Lo demás no importa. Allá ellos con sus herejías...

Bueno, dice Mons. Felé -según transcripción perikohniana- "somos verdaderamwente católicos". Parece tal error un desliz que delatara que ya no son tan "verdaderamente" católicos, y sí bastante liberales, a juzgar por la buscada "reconciliación" o "reconocimiento" con los modernistas apóstatas destructores romanos.

Bésame mucho





Juan Pablo II besa el Corán.



Francisco besa una Biblia protestante (valdense).


Resumen de la nueva encíclica de Francisco



De acá


Rumor




La Srta. Elba Gallo, lectora de nuestro blog, nos envía esta fotografía, afirmando que la misma muestra la sede donde funcionaría actualmente la Radio Cerianidad. No tenemos mayor información al respecto, por lo que no podemos confirmar el rumor. Cualquier información fidedigna debe dirigirse a nuestra Redacción, calle Bodega 1414, Chapadmalal, o a C.C. 1000, Usuhaia, Argentina.

martes, 23 de junio de 2015

Los nuevos motivos del lobo




En las famosas Florecillas de San Francisco, el santo relata el caso del lobo de Gubbio; esto es de la ciudad italiana sita en la actual provincia de Perugia. Según el relato, el animal era un depredador al que sólo sosegó la intervención taumatúrgica del varón de Asís.

El tema fue abordado literariamente por diversos artistas, siendo una de las composiciones más famosas al respecto, el vigoroso poema “Los motivos del lobo”, escrito por Rubén Darío, y publicado en 1913. Hay un sinfín de ediciones gráficas y recitadas, y el interesado podrá consultar, por ejemplo, la siguiente versión digital:  http://www.poemas-del-alma.com/los-motivos-del-lobo.htm

En estos días de junio de 2015 pidieron mi cooperación para publicar una antología de textos críticos sobre el Pontificado de Francisco. Dicho texto saldrá, Dios mediante, en la tercera semana de julio, bajo el título: Francisco: la amenaza del sincretismo.

Tras terminar de ofrecer mi ayuda bibliográfica, me venía a la mente, una y repetidas veces, el notable poema de Rubén Darío. Y a la par, algunas aventuras satírico-trágicas del Padre Castellani cuando traducía o acomodaba a su gusto un poema. Y hasta memoré la Antología Apócrifa de Conrado Nalé Roxlo, llena de humor y de lirismo.

Animado por estos precedentes, y consciente de que es aconsejable imitar lo bueno, aunque con las inevitables e insalvables distancias que tal imitación suponen en mi caso, escribí la siguiente versión de Los motivos del lobo del precitado Darío. He hecho el intento de respetar la métrica, el ritmo, el lenguaje y el tono. Sólo reduje su extensión para no agobiar al lector.

Va con un par de salvedades, por las dudas. La primera, para los mojigatos: no está abolido y nos es lícito practicar el castigat ridendo mores. La segunda para los prosaicos de todas las internas eclesiales: no se puede leer un poema como quien lee la Summa. Por eso el Aquinate, además de su portentosa manualística racional nos regaló su poemario eucarístico.

                                      ANTONIO CAPONNETTO



LOS NUEVOS MOTIVOS DEL LOBO


El pastor que cuida de un inmenso aprisco,
pleno de ternura, de olor rebañal,
el humilde argento, el Papa Francisco
está con un fiero y extinto animal.

Peor que aquellos canes de la policía
que hincaban sus fauces en el criminal,
el lobo de Trento que al infiel rugía
celoso ha asolado las calles de Roma
reclamando el Credo, latines, sotana,
aullando a los gritos, que incluso una coma
pedía San Mateo que fuese cristiana.

Duros cancerberos de la Nostra Aetate
fueron engullidos. En crueles dentadas
tragábase frailes, nuncios y un abate
que diera herejías por normas sentadas.

Francisco salió,
al lobo buscó
en las catacumbas.
Lo halló de rodillas al pie de las tumbas
de mártires, santos, insignes caídos.
Viendo la amenaza le habló a los oídos,
sandwich en la mano
al salvaje ofrece: una silla, hermano
lobo. El preconciliar
oyó un verbo nuevo: misericordiar;
 ya no levantisco
cesó el agresivo rezo del rosario
y dijo: está bien, fratello Francisco.

¡¿Cómo?!, dijo el Papa, ¿eres reaccionario,
restauracionista,
cara-vinagrista,
un príncipe acaso de la Iglesia regia
que se cree egregia.
De las periferias temor y temblor,
del maestro Kasper eres desertor,
sigues empeñado con el Vetus Ordo,
vienes de Nicea,
quién te ha convencido que hay que dar pelea
al hereje a bordo?

Algún tiempo el lobo dejó sus desdoros
sin juzgar manfloros.
Amaba a gurúes, imanes, deicidas
y al besar a todos dando bienvenidas
aprendió a hacer lío, a ahorrar combustible,
supo que ni Cristo fue tan infalible,
puesto que aquel cuento de peces y panes,
no lo creen Tucho Fernández ni Manes.


Un día Francisco fue a la sinagoga,
y el lobo sin riñas, sin cepos ni soga
se encolerizó, llegó a Santa Marta
y en feraz embiste a todos aparta.
Corrió a los masones, los pentecostales,
los mil fariseos infestos de males,
los ecumenistas de saber hediondo
y mordió las tabas de Sanchez Sorondo.
De nada servían los buenos modales
pues el cavernario
no retrocedía de furia jamás,
era un emisario:
la espada de Pablo, la luz de Tomás.


Jorge Mario entonces se puso severo.
Volvió a Santa Marta
a retar al lobo por camandulero.
Lo halló y de ternezas por poco lo ensarta.
¡En nombre de Gea, la tierra divina
conmínote, digo, a no usar naftalina.
No sabes acaso que el hermano piojo,
la hermana polilla…!
Lo interrumpe brusco el lobo y un ojo
le clava en la cara cual punzante abrojo:

¡Ay Papa Francisco!, cuida tu mejilla,
no me llamo Kiko ni Skorka o Cristina
no me doy la paz,
heredé del Tata esta carabina
y soy montaráz.
Me eduqué en la escuela de fiel obediencia
y si te hice caso por no ser audaz,
hoy el Catecismo y la Sacra Ciencia
me indican el riesgo de ser tu secuaz.

¡Ay Papa Francisco! Te apartaste mucho
de las tradiciones y la Ceremonia
central de la Fe,
del misterio expuesto allá en Calcedonia
piensas que ya fue.
No nos canonices a felones rojos,
nunca de insensatos tengas el tupé
que no te bendigan herejes, de hinojos.


Palos me da el mundo si amo a Cristo Rey,
ese mundo que unges con sus embelecos,
el de tus obispos, más necios que un buey
casi tan hebreos que kipá con flecos.
No soporto el vicio de estos recovecos
vaticanos. Ni soporto aquí
la guaranguería junto al plebeyismo,
la Evangelii gaudium, la Laudato si.

Déjame en el templo, el caliz y el solio,
déjame el breviario, el coro, el altar
vuelto hacia el Oriente, hermano Bergoglio
déjanos del monje saber contemplar.


El lobo de Trento no dijo más nada.
Como un hesicasta bajó su celada
de paz silenciosa, de cielo y de luz.
Rezó cual si fuera la última odisea
Rezó con los fieles de Laodicea:
No tardes, Dios mío. ¡Ven Señor Jesús!


Antonio Caponnetto


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