Mientras
los traidores liberales e infiltrados de la Neo-FSSPX trabajan en la oscuridad
y el secretismo -cada vez menor- para arrastrar a la congregación fundada por Mons. Lefebvre con
todos sus fieles a la órbita de la iglesia conciliar apóstata, en las filas de
la Fraternidad, desde distintos espacios internáuticos, se oyen algunas voces
que evidencian que a excepción de alguna que otra oposición, prevalece en
general (en las manifestaciones públicas no así en las privadas que se pueden recabar) una claudicante ceguera y una tibieza fruto de largos años de trabajo
metódico de los comandos liberales, que hacen que no se entienda la proporción
y la inminencia de la catástrofe que amenaza con engullirlos, aunque como dijo
alguien, no hace falta ningún acuerdo para destruir la FSSPX y éste sería sólo
la culminación de su proceso de “autodemolición”, pues ésta ya ha bajado los brazos. Entresacamos comentarios de
diversos blogs y sitios apegados a la Neo-FSSPX, e intercalamos algún que otro
comentario de nuestro amigo Marandú:
“…el
reconocimiento tendría el valor de acreditar visible y públicamente la
pertenencia entrañable de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X a la Santa
Iglesia romana.” (Vivimos en la época de la
publicidad)
“No
coincido con M… ni con D…. Creo que a Roma hay ir cada vez que llamen y cuidar
esa forma, pero para nada.
Ir, pero ir por ir. No decirlo, pero saber, del vamos, que se ofrezca lo que se ofrezca no se aceptará un acuerdo.
Por supuesto que esto tiene un problema con la FSSPX desde dentro, pues no se puede hacer público que solo se va para cumplir las formas. Que si se dice llega a Roma en un santiamén y perdió la gracia. Y si no se dice los lefes temen de lo lindo y cuánta razón los asiste.
Ir, pero ir por ir. No decirlo, pero saber, del vamos, que se ofrezca lo que se ofrezca no se aceptará un acuerdo.
Por supuesto que esto tiene un problema con la FSSPX desde dentro, pues no se puede hacer público que solo se va para cumplir las formas. Que si se dice llega a Roma en un santiamén y perdió la gracia. Y si no se dice los lefes temen de lo lindo y cuánta razón los asiste.
Pero
bueno, que no jodan, que para eso es que no son obispos, ni jefes más que de
sus familias.
Y
en todo caso, si llegase algún día el torpe acuerdo, no lo hubiese evitado el
quilombé antiacuerdista.
Pero
insisto en algo: en este caso, como todo en la vida, cuando se pueden cuidar
las formas sin pérdida es mejor cuidarlas.
Mi fórmula sería algo así: hay que ser antiacuerdista, furiosamente antiacuerdista, pero sin dejar entrar el celo amargo, ni criticar a la autoridad si va a Roma, ni olvidando la formas mínimas de cierta urbanidad. Ni más ni menos, que como la mayoría de los...” (Hay que ser antiacuerdista simpático, es decir, cordial con los herejes. Furioso pero sin desagradar a los apóstatas…En fin. Seguimos preocupados por el qué dirán. Respeto humano. San Juan Bautista perdió las formas ante Herodes; debió aprender de Mons. Fellay y ser más cordial así no perdía la cabeza).
Mi fórmula sería algo así: hay que ser antiacuerdista, furiosamente antiacuerdista, pero sin dejar entrar el celo amargo, ni criticar a la autoridad si va a Roma, ni olvidando la formas mínimas de cierta urbanidad. Ni más ni menos, que como la mayoría de los...” (Hay que ser antiacuerdista simpático, es decir, cordial con los herejes. Furioso pero sin desagradar a los apóstatas…En fin. Seguimos preocupados por el qué dirán. Respeto humano. San Juan Bautista perdió las formas ante Herodes; debió aprender de Mons. Fellay y ser más cordial así no perdía la cabeza).
“Lo
católico necesita ser reconocido.Y si por causa de la crisis de la Iglesia
debiera compartir aprisco con herejes o tibios ello no se traduciría en que la
FSSPX se transforme en uno de ellos.(“San Jerónimo defendió el estado monástico y dijo que, al huir
de las ocasiones y peligros, un monje busca su seguridad porque desconfía de su
propia debilidad y porque sabe que un hombre no puede estar a salvo, si se
acuesta junto a una serpiente”. Estos tradis soberbios de ahora confían en sí
mismos: las serpientes no sólo los morderán sino que se los comerán).
El "celo loco" es celo amargo,
que denunciamos desde esta bitácora casi desde sus comienzos, desde que asomó
su cabeza en las filas de la FSSPX y es, a la larga, cismático.” (Estos llaman celo amargo al celo que tuvieron los
santos. Esta gente trataría
cordialmente a Joviniano, Arrio, Nestorio y Lutero. Recordamos a San Pablo: “Os exhorto,
hermanos, que observéis a los que están causando las disensiones y los
escándalos, contrarios a la enseñanza que habéis aprendido, y que os apartéis
de ellos; porque los tales no sirven a nuestro Señor Cristo, sino al propio
vientre, y con palabras melosas y bendiciones embaucan los corazones de los
sencillos”. Rom. XVI, 17-18. O San Juan:
“Todo el que va más adelante y no permanece en la enseñanza de Cristo, no tiene
a Dios; el que permanece en la doctrina, ése tiene al Padre, y también al Hijo.
Si viene alguno a vosotros, y no trae esta doctrina, no le recibáis en casa, ni
le saludéis” (I Jn. 1,10). O como decía el P. Sardá y Salvany: “La suma intransigencia católica es la suma
católica caridad. Y porque hay pocos intransigentes, hay en el día pocos
caritativos de veras. La caridad liberal que hoy está de moda es en la forma de
halago y condescendencia y cariño; pero es en el fondo el desprecio de los
verdaderos bienes del hombre y de los supremos intereses de la verdad y de
Dios”. "El Liberalismo es Pecado". Y resulta que para los
neofraternitarios los cismáticos vienen a ser los que dicen estas cosas).
“Dando
una vuelta más de tuerca al asunto, trataré de aclarar mis puestas. No está
bien ponerse en asesor de la gente que está haciendo algo y que conoce cosas
que nosotros no conocemos. La FSSPX
(y en esto coincido con G.) debe ir
siempre que lo llamen y lo que allí se diga o no, es asunto de ellos y desde ya
cuentan con toda mi confianza. Creo que M. dijo algo parecido o igual. Otro
asunto es el tema de que si Bendicto es mejor o es peor que los otros. Y mi
opinión es que es peor porque es mejor. Y de allí que me pareció un poco
absurdo el decir que sería bueno ir cuando lo llama uno y malo cuando lo llama
el otro. Dije que era lo mismo, pero
sabiendo que acercarse a Benedicto nos iba a traer más daño que con acercarse a
Francisco. (Esto dice un dardo que tiene la
punta muy desafilada. Admite que ir a Roma modernista trae daño a la FSSPX, y a
la vez reconoce que siempre se debe ir allí. La pregunta a hacerse sería: ¿por
qué hace daño ir allí? ¿Será porque no se va con la firme actitud antiliberal
de Mons. Lefebvre –ver más abajo su testimonio final? ¿No sería mejor investigar ese asunto? Pero no,
esas autoridades que cada vez que van a Roma terminan recibiendo un daño, le
inspiran toda su confianza. Lo que hagan allí, es asunto de ellos, claro: a los
fieles no los va a afectar en nada…).
En suma, Benedicto
entendía que el dogma se construye por una dialéctica entre medias verdades y
medios errores, fundamentalmente porque ya estaba entendiendo a Dios como a ese
“espíritu” que se expresa en la historia a través de la existencia de los
hombres, y no como Aquel que se expresó en la historia, con carácter “separado”
(sagrado) del hombre, en su momento y de una vez y para siempre. Quedando en la
Iglesia el trabajo de mantener y transmitir esta revelación insuperable,
irreformable, indiscutible e inabarcable. (Muy
bien. Y esa dialéctica de medias verdades y medios errores fue aceptada y
adoptada plenamente por la Neo-FSSPX con el levantamiento de las excomuniones
inexistentes, el motu proprio liberal de las dos misas (ordinaria-extraordinaria),
la declaración doctrinal del 15 de abril de 2012 de Mons. Fellay, etc. ¿Y este
hombre se opuso firmemente a eso que describe en Benedicto, o continuó como si
nada y lo aceptó de parte de esas autoridades en las que pone toda su confianza?)
Este juego de buena
fe, no es otra cosa que una horrible blasfemia. Una locura. Una temeridad. Lo
otro es solamente una trampa de bribones. Aquello es una sutil falsificación.
Esto es una mascarada carnavalesca. (Y
aceptó que la Fraternidad participara de todo aquello, porque, para quedar bien
la FSSPX debe ir siempre que la llamen, pero ¿para qué? Nuevamente surge esa
pregunta que se hiciera un periodista de otro sitio web, y es ciertamente la
pregunta que muchos no quieren hacerse o no se animan a contestar, excepto los
ultra-acuerdistas bobos)
En
el blog amigo "Hacia la verdadera cristiandad" se ha hecho una
advertencia, que compartimos en todos sus términos, respecto de los que cada vez
que Mons. Fellay viaja a Roma a encontrarse con las autoridades romanas
"hacen sentir su voz de insurrectos" en este caso bajo la sutil forma
de una cita de Mons. Lefebvre. (Acá tenemos otro “patotero
sentimental” para decirlo en léxico arrabalero rioplatense. Su adhesión al
patroncito le hace renegar del fundador).
En
los comentarios a esa entrada dijimos: "En efecto, no se puede tomar una
frase de Mons. Lefebvre pronunciada no sé si poco antes o poco después de las
consagraciones episcopales de 1988, esto es de la decepción por las tratativas
romanas, como si fueran el legado espiritual. De hecho, ese discurso no rehuye
el encuentro con las autoridades romanas, de lo contrario no podría siquiera
imponerles las condiciones que dice. Mons. Fellay, con otras palabras, bien
pudo exponer la verdad católica en su último encuentro, previo al diálogo de
aquí en más..." (Así que las palabras de Mons.
Lefebvre serían sólo el exabrupto de un hombre decepcionado. ¿Pero acaso Mons. Lefebvre
se retractó y desdijo después de esas palabras? No, más bien las confirmó. De
lo que sí se retractó claramente fue del protocolo de acuerdo. También dice
este “arandu” que bien pudo Mons. Fellay exponer la verdad católica, antes de
volver al diálogo…Claro que se tiene que contentar con la suposición, porque el
comunicado de la Neo-Frater dice casi lo mismo que el de Roma, que dice que fue
todo muy lindo muy cordial…Y continúa el secreto de esas tres horas de reunión.
¿Le habrá dicho al Card. Muller que era un hereje y que Francisco era un
modernista? Seguro Mons. Fellay habrá dicho la verdad católica…igual que en la
declaración doctrinal de abril 2012, una declaración diplomática y ambigua y
concesiva… ¿Habrá dicho que acepta el 95% del Vaticano II? En fin, aun estos
que se dicen fanáticos de la neo-FSSPX albergan dudas encima pero nunca lo van
a admitir. Ahí el Pericóncete reconoce que preferiría un reconocimiento antes
que una prelatura (¿se acuerdan cuando Mons. Fellay decía que prefería una
prelatura?), porque teme lo que pueda pasar con lo segundo. Son
superacuerdistas hasta que arrugan. Pero así y todo no quieren dar el brazo a
torcer (para no quedar como tontuelos) y, contra toda evidencia, “hay que
confiar en el Superior General”. Guácala).
Mejor atendemos a Monseñor Lefebvre:
“¿Por qué ir a hablar de estas cosas (la masonería) en el seminario, como
si esto fuera lo que se necesitara saber en el seminario, como si fuera esto lo
que se debe enseñar a los fieles? Pero si no conocen la fuente de los errores,
de lo que destruye las sociedades, las almas y la Iglesia, seríamos pastores
incapaces… Es una necesidad absoluta estudiar el liberalismo y comprenderlo
bien, y creo que muchos de los
que nos han dejado para unirse a Roma, aparentemente, no comprendieron lo que
es el liberalismo y cómo las autoridades romanas, desde el concilio, están
infestadas de estos errores. Si
hubieran comprendido, ellos hubieran huido y se hubieran quedado con nosotros.
Es grave, pues al acercarse a estas autoridades, se contaminan forzosamente.
Ellos son las autoridades, y nosotros los inferiores. Ellos nos imponen sus
principios; mientras ellos no se deshagan de estos errores del liberalismo, no
hay manera de entenderse con ellos, no es posible.”
(Mons. Lefebvre,
Conferencia en un retiro, 22 de septiembre de 1988).
“No puedo hablar mucho
del futuro, ya que el mío está detrás de mí. Pero si vivo un poco aún y
suponiendo que de aquí a un determinado tiempo Roma haga un llamado, que quiera
volver a vernos, reanudar el diálogo, en ese momento sería yo quien impondría
las condiciones. No aceptaré más estar en la situación en la que nos
encontramos durante los coloquios. Esto se terminó.Plantearía la cuestión a
nivel doctrinal: “¿Están de acuerdo con las grandes encíclicas de todos los
papas que los precedieron? ¿Están de acuerdo con Quanta Cura de Pío IX,
Immortale Dei, Libertas de León XIII, Pascendi de Pío X, Quas Primas de
Pío XI, Humani Generis de Pío XII? ¿Están en plena comunión con estos papas y
con sus afirmaciones? ¿Aceptan aún el juramento antimodernista? ¿Están a favor
del reinado social de Nuestro Señor Jesucristo?” Si no aceptan la doctrina
de sus antecesores, es inútil hablar. Mientras no hayan aceptado reformar el
Concilio considerando la doctrina de estos papas que los precedieron, no hay
diálogo posible. Es inútil.”
(Mons. Marcel
Lefebvre, entrevista concedida a la
revista Fideliter Nº 66, 1988.)
"Todo
sacerdote que quiere permanecer católico tiene el estricto deber de separarse
de esta iglesia conciliar."
(Monseñor
Lefebvre, "Itinerario Espiritual", 1991.)
“Guardemos la fe por encima de todo, es por ella que Nuestro Señor ha muerto, a
causa de la afirmación de su divinidad, es por ella que han muerto todos los
mártires, es por ella que se han santificado los elegidos. Huyamos de los que nos la hacen
perder o que la disminuyen. “Oh Timoteo, guarda el depósito
evitando las novedades profanas… pelea
el buen combate de la fe, arrebata
la vida eterna!”
(Monseñor
Lefebvre, "Itinerario Espiritual", 1991.)