-Hola, Chola, soy Jorge, ¿cómo te va?
-(Ay, ¿y ahora qué caracho le digo?, me
agarró redepente este hombre…¡qué angusteada me tiene! ¡Qué nerviosa me pone! ¡Ya sé!
Le puedo dar las condolencias porque adonde va hay desastre o fina algún tipo.
¡Pobre hombre! Yo no sé pero el Ramón me dice que la culpa la tienen los cardenales
esos en conserva, porque no viven y dejan vivir, como quiere el Padre Jorge…Ay,
¡menos mal que lo tenemos a él con ese guardaporvo blanco que usa y el gorrito que
le queda de bien! Ma’ sí, yo le digo Pancho…)