“Vivamos la milicia del cristianismo con buen humor

de guerrillero, no con hosquedad de guarnición sitiada”.

Nicolás Gómez Dávila

“Estoy inaugurando en la Argentina la literatura anticlericalosa. En todos los países católicos existe y aquí es una vergüenza. Los eclesiásticos, como toda sociedad humana, tienen sus defectos, abusos y ridiculeces y si no existe un contraveneno, el córrigo-ridendo-mores, campan con todos sus respetos, como una murga cualquiera”.

Padre Leonardo Castellani


lunes, 10 de noviembre de 2025

CASTIGAT RIDENDO MORES - SEGUNDA EPOCA - NUMERO 7

 


ES CUCHA

 


Otra NOVEDAD en la basílica de San Pedro, una tras otra.

Informan que inauguran un “espacio de escucha”. No son confesionarios (¿para qué si nadie se confiesa?).  

Dice la nota:

“Como señalan los responsables, se trata de un espacio abierto a todos y destinado a ofrecer un momento de encuentro y reflexión espiritual. No se va a recibir un sacramento, sino a hablar de lo que a uno le preocupe, y no necesariamente con sacerdotes, porque en el espacio de escucha también puede haber una religiosa o un laico. Esta innovación, señala Giacomo Galeazzo, periodista de La Stampa, estaría en consonancia con la importancia de la escucha en el magisterio tanto del Papa Francisco como de León XIV”.

https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=53787

 

Vamos a entrar al “espacio de escucha”:

 

YO: Buenas.

EL ESCUCHADOR: Buenas tardes. Lo escucho.

YO: ¿Me escucha bien?

EL ESCUCHADOR: Sí, muy bien.

YO: ¿Puedo hablar de lo que quiero?

EL ESCUCHADOR: Claro, es un espacio de escucha.

YO: ¡¡¡Tucho Fernández es un h.d.m.p. y los que lo consienten unos anticristos!!!

El escuchador cambió de pronto su sonrisa escuchadora por un gesto de pepinillos en vinagre, saltó sobre su cómoda butaca, y pegó un grito en San Pedro: ¡Acá no escuchamos esas cosas!

YO: Pero, ¿no es un espacio de escucha?

EL ESCUCHADOR: Esta entrevista ha terminado, ¡acá no hay espacio para retrógrados preconciliares tradicionalistas lefebvrianos! ¡Váyase o llamo a la guardia suiza!

YO: Gracias por escucharme decir que Tucho es un h.d.m.p. y lo que sigue…

EL ESCUCHADOR: ¡Horror, horror! ¡Que me desmayo!

 

Visto que ya no nos iban a escuchar más, decidimos salir del espacio de escucha.

 

La verdad que preferimos el cono del silencio.


POLÉMICA Y CARIDAD, POR LOUIS VEUILLOT

 


A Mons. de Langalerie, obispo de Belley [34]. [Œ.C., t. 19, p. 271.]

París, 26 de febrero de 1858.

Monseñor:

He leído con tanto respeto como pesar la carta que me habéis hecho el honor de escribirme. Bajo su forma benevolente, condena el trabajo de toda mi vida, y presenta contra mí la acusación más grave que pueda articularse contra un cristiano, la de faltar a la caridad.

No diría lo que pienso si no añadiese que los textos citados por Vuestra Señoría, tomados al pie de la letra, condenan toda polémica contra el vicio y contra el error. Si la paciencia y la benignidad de la caridad, si el amor a los enemigos nos imponen la obligación de no decir nada a los malos y a los errados que pueda irritar su orgullo, las mismas razones nos prohíben iluminar a aquellos que ellos seducen; a lo que sólo podemos llegar haciendo evidentes su embustera malicia y su incapacidad.

Por mi parte, siempre he creído que defendería eficazmente la verdad arruinando el crédito de los necios y de los hipócritas que la atacan y que sacan mucha influencia de su reputación usurpada. Busco volver contra ellos la fuerza del ridículo, del que ellos han hecho uso contra nosotros. Con ello me atraigo su odio, pero disminuyo su fuerza; les hago incluso un servicio, intimidándolos. Es el ejemplo de los Padres de la Iglesia. El dulce san Francisco de Sales, que empleaba la miel con los seducidos, vertía el vinagre sobre los seductores. «Hay que gritar al lobo» —decía—; «hay que desacreditarlos cuanto se pueda». San Bernardo no faltó a la caridad con Abelardo y Arnoldo de Brescia. Sin embargo, los trató como yo no he tratado jamás a nadie.

Se dice de buen grado que el odio se transparenta en todo lo que escribo. Yo nunca lo he creído, porque nunca he sentido el odio en mi corazón. Si encontrara en él ese mal sentimiento, renunciaría inmediatamente a combates que ya no libraría como cristiano. No he consagrado mi vida a los insultos y a las contradicciones para perder mi alma.

Creo además tener el derecho, e incluso el deber, de defenderme cuando soy atacado en mi honor personal, tan gratuitamente y tan groseramente como lo hacen ciertos escritores, incluso católicos, y como lo ha hecho, en otro campo, aquel hacia quien Vuestra Señoría me recomienda la caridad. Mis burlas, harto permitidas, sobre su anonimato, no autorizaban ciertamente ese desbordamiento, además aconsejado por un eclesiástico que conozco, y que L’Ami de la Religion ha reproducido deformando con imparcialidad y caridad mis respuestas.

Me sería muy fácil vivir en buena armonía con todos los incrédulos: no tendría más que hacerles cumplidos; decir —contra mi conciencia— que tienen talento y que son de buena fe. Me devolverían cortesías y atacarían a la Iglesia con un redoblado atrevimiento. Pero ¡líbreme el Cielo de buscar mi ventaja a expensas de la verdad, o de defenderla de tal suerte que no sea yo ultrajado con ella!

Además, Monseñor, esta polémica estaba terminada cuando os tomasteis la molestia de escribirla. Mi adversario, reconociendo su falta, me había pedido la paz, y yo se la había concedido. Se había, como Vuestra Señoría ha podido ver, propuesto volver a poner sobre el tapete todo el desagradable asunto del mandamiento de Mons. Sibour y de la condenación pronunciada por él contra L’Univers, en términos que no son precisamente modelos de suavidad. Yo he evitado ese escándalo.

Tengo necesidad de decir a Vuestra Señoría que no me he equivocado sobre el sentimiento que la ha animado. Creo profundamente que ha querido, como se digna decirlo, darme una muestra de su afecto. Es un gran consuelo en el pesar que he sentido; y este pesar hará, tengo confianza en ello, que excuse mi sinceridad.

Tengo el honor de ser, con los sentimientos del más profundo respeto, etc.

 

Louis Veuillot.

 

APRENDIENDO A LEER LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS CON EL PADRE FEDERICO

 


El parresíaco, kerygmático y autopromocionado Padre Federico escribió el siguiente breve artículo cuando fue la elección del cardenal Robert Prevost al papado.

Entre paréntesis los comentarios de El Rústico.

 

¡Viva el Papa!

A las 5:03 PM, por Padre Federico

https://www.infocatolica.com/blog/maradentro.php/2505100503-iviva-el-papa-1

¡Viva el Papa!

Estaba preparando una nota larga sobre el Papa, pero empiezo por una nota brevísima.

Dios nos bendice con un Papa que da muchísimas señas claras de ser un Papa magnífico.  

Estoy feliz y somos muchísimos, somos incontables, los que estamos felices

Santo Padre, acá nos tienes a tu disposición, mándanos a misionar a donde tú quieras. [O tal vez mándanos a negar la corredención mariana. Mándanos a confraternizar con el hereje masón rey Carlos III de Inglaterra y su concubina. Mándanos a bendecir los bloques de hielo del Ártico. Mándanos a predicar que nadie tiene la verdad. Mándanos a celebrar Nostra Aetate con todas las sectas del mundo sobre la tierra donde vertieron sus sangre los mártires cristianos. Mándanos…]

Mándanos a los Padres Eliatas a las misiones más peligrosas. [Mándanos a evangelizar a los “herejes” y “cismáticos” lefebvristas; mándanos a evangelizar a los sodomitas que ingresaron en desfile a la basílica de San Pedro; mándanos...]

Acá nos tienes, a tus pies.

¡Viva el Papa!

¡Viva Cristo Rey!

Padre Federico

Misionero

10 V 25, Xaverianum, Xipixapa, Ecuador

 

NOTA FINAL DE CRM: No hemos visto ninguna nota de repudio del susodicho PF al escandaloso documento de Tucho Fernández aprobado por el papa contra la corredención de la Virgen María, y eso a pesar de que este 8 de noviembre el blog del PF subió una entrada. Pero cuando él personalmente sufrió un "ataque" de la FSSPX (en su consideración) salió "con los tapones de punta" escribiendo un larguísimo y agresivo mamotreto contra la obra de Monseñor Lefebvre... A buen entendedor...




CARTAS DE UN DEMONIO A OTRO - PADRE CASTELLANI

 


Padre Leonardo Castellani

 

  

1.    Maestro Mandinga a Juancho Mengue 

Querido sobrino y sujeto:

Has recibido mi traslado y nombramiento. Hemos recibido la noticia de tu fracaso con tu paciente el Pe­riodista, que nos ha dado disgustos y pasmo. No por tu informe su­mamente deficiente y recortado, sino por el Pateta, que mandó un informe completo de "conversión a su fe de la primera Comunión", que disgustó grandemente a Nuestro Padre de Abajo. Por supuesto que tendrás el castigo prescripto por nuestras reglas infernales; pero no ahora mismo, pues Nuestro Padre de Abajo decidió suspenderlo por ahora por la gran importancia que él asigna a tu Pa­ciente y al periodismo en general; y ha prometido suprimirlo si ob­tienes dos victorias, cosa que no pega con su falta de benignidad por cierto. El dato de que la conversión la hizo el párroco Meterete Turulato (que Nuestro Padre llama San Nadie) nos ha estremecido pues ese es el peor enemigo que tenemos en esa región del Argento. Nos la pone Pateta como dato cierto, lo mismo que el noviaz­go con la uruguaya Madreselva López y López, que él califica de muy muy católica y que debemos buscar en nuestro archivo, porque nos suena el nombre. Menos mal que a pesar de su conversión subsiste su enemistad con el Comisario Barroso; según parece.

A las preguntas contestaré si acaso en mi próxima. ¿A quién se le ocurre poner al fin de un informe infeliz y manco unas cuan­tas preguntas necias?

Cordialmente. Mandinga

 

1.    Otra carta de Maestro Mandinga a Mengue  

Te llamo " sobrino" (o sea Sobrinosujeto) porque sencillamen­te ese es nuestro parentesco espiritual. Sabrás que el Badulaque Tomás de Aquino enseñó que entre los ángeles hay algo como pa­rentesco, pues siendo así que los superiores tienen por misión "ilu­minar" a los que tienen debajo, vienen a ser como padres de ellos; pues la fusión de nociones intuitivas viene a sernos como un en­gendrar, dado que las ideas angélicas son nuestra vida. Nosotros dejamos de ser ángeles, pero no de ser espíritus. Claro que esa ca­dena de iluminaciones (que los Híbridos llamarían generaciones) procede en definitiva del enemigo Innominable Padre; pero noso­tros nos hemos alzado con ellas y somos independientes. En los ángeles una iluminación es definitiva; en nosotros debe renovarse a tiempos, pues nuestra sustancia quedó debilitada con la Caída, que no fue caída sino independencia de los dos Innominables. Pues bien, yo que te he iluminado la última vez prefiero llamarme "Tío" y no "Padre"; porque aborrezco esa denominación.

La pregunta acerca de lo que los Híbridos llaman "Eucaristía" es necia. La otra acerca los mismos "Híbridos" o sea Humanos ya deberías saberla: después de nuestra Caída, el Innominable Padre decidió crear de nuevo; pero ángeles no, sino una mezcolanza de espíritu y carne; o sea de animales con viento adentro, a los cuales quiso favorecer. y le fallaron peor que nosotros. Pero el Innomina­ble es sumamente testarudo y quiso crearlos de nuevo, a lo cual llamó "Redención", ocurrencia que con nosotros no tuvo. ¿Y cómo efectuó esa nueva creación? No adivinarás nunca lo estrafalario del arbitrio. ¡Mandó a la tierra al Innominable Hijo y lo hizo Híbrido; sin que dejase de ser lo que era antes (según dijo él) cosa que ni creemos ni dejamos de creer! De modo que ahora el Innominable Chico subsiste pegado a un híbrido, para escarnio nuestro, sus­tancialmente; o hipostáticamente como dicen esos bicharracos que se llaman " Teólogos".

¿Cómo me pongo a contestar tus preguntas ociosas, después de tu papelón? Porque me dice Pateta en una breve nota que estás trabajando como un tigre en la recaída de tu periodista y que por lo pronto no lo han extrañado de su Don Nadie. Bien, adelante con los faroles.

Con intenso afecto (maligno). Mandinga

P. D. Mandar datos completos sobre la Madreselva López y López.

 

•  Carta de Mengue a Mandinga 

 

No querido tío: No creo en sus zalamerías.

He quedado dolorido y pasmado de sus dos últimas. Me extraña hayan llevado tan a mal mi "fracaso", sabiendo que las conver­siones del Innominable son sin aviso ni señal. Como si yo tuviera la culpa; y ya me anuncian castigos y todo. Mi paciente viajó con uno "Dellos" y después se largó a hacer una confesión general y a leer Catecismos y cosas así, antes que yo me enterara; y no crea Ud. Pateta sea tan vivo, él lo supo por casualidad.

Nosotros sabemos que una recaída después de una "conver­sión" desas, los deja mucho más en nuestras manos, incluso se dice que les entran siete diablos peores que el primero (metáfora por supuesto). Pues estoy trabajando extremamente en eso, en la recaída; incluso he obtenido algún resultado, pero no quiero decirle ahora.

Católico o no católico un periodista es siempre periodista. El periodismo se contrae, como una peste; e "imprime carácter", co­mo dicen.

Este zanguango no sólo sigue en su maldecido oficio. pero lo han hecho Jefe de Redactores. Como se descuide es mío. Lo tentaré de soberbia y de anticlericalismo del que antes adoleció.

En vez de andar con recriminaciones estúpidas, lo que deben hacer es mandarme urgentes y precisas "informaciones", todo lo que se puede hallar acerca de Madreselva López, el Ello de la Pa­rroquia Valeria, que creo es el que llaman San Nadie y el Comisario- Periodista Barroso.

Su súbdito que no lo puede tragar. Doctor Mengue

MEJOR LA BALA QUE LA NÁUSEA

 



LOS ESQUIMALES Y LO SOBRENATURAL

 


Y una borracha famosa de Kotzebue se convirtió a mejor vida porque dice que, al volverse el Padre a decir Dominus vobiscum, no tenía rostro de hombre, sino de ángel, y que también ella quería tener rostro de ángel como aquél.

El anciano obispo de Alaska está convencido de que Dios nuestro Señor habla a esta gente sencilla con visiones, hablas audibles, representaciones y otras señales externas con las que les es fácil entender lo que nunca entenderían con explicaciones abstractas.

Para ellos todo es concreto: peces, renos, ballenas, el cuchillo, las botas, etc., y si Jesucristo está realmente en el sagrario, esperan con toda sencillez verle y oírle; y Jesucristo es tan bueno, tan humano y tan asequible que se deja ver y oír y con eso se robustecen en la religión.

Una mujer vio al demonio divertirse a la puerta de la iglesia protestante, y desde entonces se nos vino dispuesta a creer a carga cerrada todo cuanto diga una religión cuya iglesia no tiene demonios tomando el fresco a su puerta. Maravilloso.

(Padre Segundo Llorente S.J., De la desembocadura del Yukon, 1953).

EL RINCÓN DEL CINE

 


Con Rómulo Morelli

 

Rómulo Morelli es sommelier y periodista de cine en la revista Cine Quá Non de la cinemateca porteña.

 

¿Sabía usted, estimado lector y cinéfilo, que la famosa película El Ciudadano (Citizen Kane) de Orson Welles, tuvo una versión especial para la Argentina? Sí, sí, como lo oye. Por entonces el State Department de EE.UU. se encontraba en plena campaña de agrupar aliados para su entrada en la Segunda Guerra Mundial, que se produciría tras el estreno de “El Ciudadano” en 1941. Así pues, conocedor Welles de la idiosincrasia argenta, pues había visitado nuestro país recientemente, sugirió a los productores hacer a su film pequeños aditamentos, de modo tal que ese gesto de “buena vecindad” fuera parte del programa de adhesión de nuestro país a la campaña libertadora yanquee.

Lamentablemente, la versión “privada” para la Argentina no pasó la censura de entonces, por lo que los rollos quedaron marginados en un depósito de los estudios RKO Pictures. Posteriormente un incendio en la planta arrasó aparentemente con todo el material. Sin embargo, el investigador cinematográfico Willie Van Kooten descubrió, mientras escribía un libro sobre Orson Welles, que esos rollos habían sido guardados por la actriz Flora Fletcher, como regalo de Welles, puesto que Fletcher era argentina y se llamaba en realidad Tita Muñoz. Van Kooten recuperó los rollos y, en exclusiva, nos ha proporcionado el material superviviente.








JULIO CAMBA - "ANATOMÍA DE LAS INGLESAS FEAS"

 


"Dice un proverbio que «cuando una inglesa se pone a ser bonita..." En cambio hay que ver cuando una inglesa se pone a ser fea. Yo no he conocido en ninguna parte del mundo mujeres tan bonitas ni mujeres tan feas como las que he conocido aquí. Como ésta es una gente muy práctica, cuando se propone ser una cosa no para hasta conseguirlo. La inglesa que sale bonita es delicada, ideal y adorable, como no lo es mujer bonita de ningún otro país; pero la inglesa que sale fea da miedo. Es fea de un modo rotundo, fundamental y definitivo. Parece como si a lo largo de su vida hubiera ido cultivando el horror de su cara y de su cuerpo con un cuidado especialísimo, procurando no omitir ninguno de los detalles que deben constituir una fealdad perfecta. En otras partes, una mujer fea tiene los ojos bonitos, la boca agradable o la nariz fina; si es absolutamente fea de cara tiene un cuerpo apetecible; generalmente es simpática y, en último caso, es distinguida. Yo me echaba a temblar en España siempre que me anunciaban la presentación de una señorita muy distinguida, porque sabía de antemano que iba a ser horrible. Ahí las feas son distinguidas, simpáticas, inteligentes o buenas. Aquí son malas, desgarbadas, antipáticas, estúpidas y cortas de vista; usan lentes y hacen propaganda a favor del sufragio femenino.

Las inglesas feas no tienen más que cuatro articulaciones: dos para mover las piernas y otras dos para mover los brazos. Los codos, las rodillas, el cuello, la cintura, etc., son inarticulados.

Una inglesa fea se levanta de su asiento sin que de medio cuerpo arriba su actitud cambie en un solo milímetro, y se queda rígida, inmóvil, mirando a lo alto. Luego alarga una zanca, también rígida, y avanza un paso; en seguida alarga la otra zanca. Los brazos, que sólo giran por la parte superior, caen a plomo y terminan, cerca de las rodillas, en dos manos muy grandes y muy abiertas. Y así camina la inglesa fea. Su andar reviste una majestad ridícula. Parece que la inglesa está poseída de su alta fealdad y que la ostenta con orgullo. Nada de atenuarla con una sonrisa, que, por lo demás, resultaría espantosa. No. La fealdad es una cosa muy seria. Hay que llevarla dignamente.

Cuando la inglesa fea llega al fin de su camino se para en seco, como los automóviles. Si tiene que llamar a una puerta, su brazo derecho, que cuelga del hombro, se yergue, sin perder su rigidez, como un brazo de compás. Si tiene que decir alguna cosa, la dice con una voz muy áspera y sin mirar a su interlocutor, no sólo por el desprecio que le inspira, sino también porque no le es posible hacer oscilar el cuello. Y cuando la inglesa se sienta, después de su caminata, el cuerpo, desde la cintura para arriba, está matemáticamente en la misma actitud en que estaba antes de que la inglesa hubiera comenzado a andar.

Yo he ido comprobando poco a poco todos estos extremos: la inmutabilidad de las inglesas feas, el número de sus articulaciones, su amor al sufragio femenino, su miopía, etc., y hoy puedo afirmarlo con una seguridad absoluta. Al principio yo no veía a las inglesas feas y llegué hasta dudar de su existencia.

— Pero, ¿y esas inglesas horribles que se pasean por España con billetes de la agencia Cook? ¿Dónde están? -le pregunté cierto día a un amigo, paseándonos por Hide Park.

— ¿Que dónde están? Ahí tiene usted una.

Y me la señaló. Estaba entre unos árboles, a pocos pasos de mí. Como no se movía, yo la había tomado por un espantapájaros.

Verdaderamente estas inglesas revelan el espíritu práctico de Inglaterra: dos listones sujetos por un eje a la extremidad inferior del cuerpo; otros dos, sujetos a los hombros, y ya está hecha una inglesa. Los pies muy grandes, para que no se caiga, y los dedos muy separados, como en esos brazos que les pintan los chicos a sus monos, disponiendo cinco rayas en abanico al final de una raya muy larga. Eso es todo.

Y como el procedimiento de hacerlas es tan sencillo, pues por eso hay tantas inglesas feas."

 

(Mundial Magazine. Julio-1911. "La incomprensible Albión. Sus mujeres y su moral". Pags. 257-262 )

 

 

ACTUALIDAD NACIONAL

 





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martes, 4 de noviembre de 2025

¡ULTIMO MOMENTO!: PIDEN A LEÓN XIV QUE NOMBRE AL CARDENAL TUCHO FERNANDEZ “DOCTOR DE LA IGLESIA”

 


Exclusivo Vaticahn News

Su Santidad el papa León XIV recibió este martes, inmediatamente luego de publicado el documento del Dicasterio para la Doctrina para la Fe, titulado “Mater populi fidelis”, una carta solicitando que nombre al Prefecto del Dicasterio, el cardenal Víctor “Tucho” Fernández (foto) “Doctor de la Iglesia”.

La Carta expresa entre otras cosas que “debido a la excepcional aportación teológica del cardenal Fernández, sin precedentes en la larga historia de la Iglesia, y puesto que sabemos que Su santidad aprueba la excelencia de sus juicios en un momento donde la Iglesia reclama no menos la medicina de la misericordia que la unidad en la sana doctrina, es por eso que los abajo firmantes solicitamos a Su Santidad apacentar al rebaño con la gratificante seguridad de una enseñanza que no teme combinar la fe con la ternura”.

La solicitud está escrita en inglés y hebreo:

אמנם הכנסייה היא עם האל החדש, אך אין להציג את היהודים כדחויים על־ידי אלוהים או כמקוללים, כאילו דבר זה נובע מכתבי הקודש.

 

Lista de firmantes:

Escrutopo, Orugario, Nefarious, Colacuervo, Triptófanes, Slubgob, Wormwood, Mandinga, Mengue, Pateta, Botero, Mengue Cojuela, Perlimplín, Belial, Mons. Panchampla, Mons. Fleurette, Jorge Bergoglio, Mons. Colombo, James Martin, Padre Teilhard de Chardin, Mons. Anibbale Bugnini, Mons. Helder Camara, Arrio, Lutero, Pelayo… (y siguen las firmas).


martes, 2 de septiembre de 2025

CASTIGAT RIDENDO MORES - SEGUNDA EPOCA - NUMERO 6

 

ANTÍDOTO

 


 

“El humor es el mejor antídoto de la soberbia”

 

G.K. Chesterton


LA NEO FSSPX EN LA PASARELA ROMANA

 


                                                ¡VAMOS PARA ROMA,

OH,OH,OH,OH,OH!

  


Todos la bajo la tienda:

Tradis y Sodos

https://www.gionata.org/pellegrinaggio/

 

Pasarela: DRAE

4.f. Pasillo estrecho y algo elevado, destinado al desfile de artistas, modelos, etc., para que puedan ser contemplados por el público.

 

“Roma está en tinieblas, en las tinieblas del error. Nos es imposible negarlo. No es un combate humano. Estamos en la lucha con Satanás. Debemos ser conscientes de este combate dramático, apocalíptico en el cual vivimos y no minimizarlo. En la medida en que lo minimizamos, nuestro ardor para el combate disminuye. Nos volvemos más débiles y no nos atrevemos a declarar más la Verdad. La apostasía anunciada por la Escritura llega. La llegada del Anticristo se acerca. Es de una evidente claridad. Ante esta situación totalmente excepcional, debemos tomar medidas excepcionales.

Monseñor Lefebvre, Homilía del 29 de junio de 1987

 

“Yo digo: Roma ha perdido la fe, mis queridos amigos. Roma está en la apostasía. Estas no son simples palabras, no son palabras vacías las que digo. Es la verdad. Roma está en apostasía. Ya no podemos tener confianza en ese mundo, salió de la Iglesia, salieron de la Iglesia, salen de la Iglesia. Es seguro, seguro, seguro.”

Monseñor Lefebvre, Conferencia en el Retiro Sacerdotal, el 4 de septiembre de 1987

 

“Puesto que la Sede de Pedro y los puestos de autoridad de Roma están ocu­pados por anticristos, la destrucción del Reinado de Nuestro Señor prosigue rápidamente dentro mismo de su Cuerpo Místico en esta tierra, especialmente por la corrupción de la Santa Misa, manifestación espléndida del triunfo de Nuestro Señor en la cruz: “Regnavit a ligno Deus”, y fuente de expansión de su Reino en las almas y en las sociedades”

Monseñor Lefebvre, Carta a los futuros obispos, 1987.

 

“No tenemos nada que hacer con estas gentes, pues no tenemos nada en común con ellos. El combate que libramos es el de Nuestro Señor, continuado por la Iglesia. No lo podemos dudar: o estamos con la Iglesia o estamos contra Ella; no estamos con esta Iglesia conciliar que cada vez tiene menos en común con la Iglesia Católica”.

Monseñor Lefebvre, Conferencia del año 1990.

 

“Tenemos amigos en Roma”.

Monseñor Fellay, Cor Unum, marzo 2012.

 

 

Por EL RUSTICO

 

Y tendremos que hablar en serio, nomás, puesto que (casi) nadie más lo hace.

De entrada, diremos lo siguiente: como católicos tenemos derecho a decir que Roma es nuestra y que Roma nos pertenece y de ella somos, en tanto Roma es la sede de la Iglesia Católica, el descanso de los mártires, el testimonio de la victoria cristiana sobre el mundo. Allí está la sede de Pedro y, a pesar de todo, sigue siendo la Ciudad Santa. Pero, dicho esto, no podemos cerrar los ojos a lo que acontece en Roma hoy. No podemos cerrar los ojos, los oídos y la boca para simular que en Roma las cosas suceden de manera normal o que el mal que de allí emana es menospreciable. Monseñor Lefebvre hablaba claramente de las dos Romas, la Roma eterna y la Roma modernista. Y de la Iglesia católica y la Iglesia conciliar (hoy “sinodal”). Él vio lo que pasaba, y nunca se calló.

Por lo tanto, la cuestión no es ir o no ir a Roma, puesto que se trata de un Jubileo que está por encima de las autoridades del momento. Nadie nos puede prohibir ir a Roma. La cuestión es esta: para qué ir a Roma, con qué actitud, con qué propósito.

¿La FSSPX fue a Roma para demostrar públicamente que es católica? Pues los que deben demostrar que son católicos son los modernistas y progresistas que ocupan los puestos de poder en Roma. Y, sin embargo, a pesar de la impecable indumentaria del nuevo Sumo Pontífice, hace lo contrario (véase sus últimos amistosos encuentros con los apóstatas y agentes del lobby sodomita LGBT P. James Martin y Sor Lucia Caram). León XIV continúa, menos escandalosamente, pero sin desvíos, la agenda destructora o transformadora de la Iglesia que llevaba adelante Francisco.

RECHAZAR TODO

 


“En tiempos de revolución, los únicos que son útiles son los que rechazan todo; todos los otros le hacen el juego”.

 

René Bazin


SABIDURIA ANCESTRAL

 

LA PEDAGOGIA DEL REBE


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