JUNIO
5- En Zúrich, Suiza, Beato Johnny Willcot, confesor. Oriundo de Nashville, Johnny era un buen deportista y
tocaba la guitarra eléctrica. Idealista como era, compuso un tema que inspiró
al mundo para obtener la paz y la igualdad: “Imagina un mundo mejor”, el cual
dedicó al filántropo Bill Gates. Acompañado de guitarra, armónica y cinco
baterías, el tema “Imagina un mundo mejor” dio la vuelta al mundo y se
convirtió, junto con el tema “Imagine” de John Lennon, en el himno del Grupo de
los 5. Incluso el Vaticano tuvo el privilegio de ver a Johnny cantar su emotivo
tema, motivando que Su Santidad dijese entusiasmado: “Este chico tiene la paz
en su garganta”.
Willcot cantó por última vez su tema en la cumbre del
“Foro Económico Mundial”. Al llegar al aeropuerto para seguir una gira que lo
llevaría hasta Ucrania, perdió el conocimiento. Llevado al hospital, dijo estas
sentidas palabras: “Tengo sed de Red Bull”, y se fue como un pájaro,
remontándose allí donde sus sueños tantas veces lo habían llevado.
De inmediato surgieron voces maliciosas que señalaron
que Johnny había recibido hacía poco la vacuna Astra-Selena, pero eso era un
verdadero infundio.
Johnny había recibido la Pfister.
6- Beato Pavorosso, confesor. Fundador de la Orden de
los Hermanos Triglicéridos de Cuernavaca, cultor de la naturopatía vegana.
Figura en la vanguardia del combate contra la crisis climática. Como parte del
Comité Mundial del Clima, dependiente de las Naciones Unidas, recorrió
incansablemente el mundo entero a fin de crear conciencia. En uno de sus viajes
al Amazonas, fue víctima de la picadura de una araña reclusa parda, a quien,
mostrando una coherencia heroica con su prédica naturalista, prefirió no
victimizar.
JULIO
23-En Bucaramanga, Colombia, Beata Celia Mecorro,
pastora metodista, confesora. Celia era hija del destacado pastor Simón Mecorro
Yañez, iniciado en los ritos afro-americanos más depurados. Servidora de su
comunidad, Celia casó y enviudó seis veces, logrando a pesar de su infortunio
sostener la creciente “Iglesia Evangélica Libre de los Últimos Días”. Su
oratoria ágil, diáfana y versátil le permitía discurrir sobre los grandes temas
que han tratado los sabios de la Humanidad: Platón, Aristóteles, Confucio,
Gandhi, Krhisnamurti, Congar, Hugo Chávez, todos los grandes nombres pasaban
por su repertorio, sin olvidar por supuesto al “Obispo del Pueblo” Camilo Chamorro,
con quien compartió escenario y colecta (pero no la cama, como dicen
maliciosamente sus detractores).
Doña Celia, como era conocida, propugnó siempre la
paz, el cuidado del medio ambiente y la democracia. Así pues fue elegida
diputada y más tarde Ministra de la Mujer, desde donde fue eyectada al poco
tiempo, debido a incompatibilidad de caracteres con su viceministra Yolanda
Tocamé.
Su última actuación pública fue en el Sínodo del
Encuentro, en Roma, donde Su Santidad le confesó su admiración.
Doña Celia murió de cirrosis hepática, en el Instituto
de Recuperación de Alcohólicos Anónimos de Bucaramanga, donde habitualmente iba
a internarse por su adicción al aguardiente.
La editorial Sao Paulo de Mello acaba de publicar su hagiografía.
27- San Agustín Mire, Cardenal. Si hay algo que no
hizo el Cardenal Mire, eso fue balconear la vida. No, él se comprometió y
dialogó incansablemente con nuestros hermanos mayores que hasta entonces y por
dos mil años se habían sentido discriminados. Su cuerpo fue envuelto en la
bandera israelí y arrojado a los cocodrilos en el zoo de Orlando.
AGOSTO
7-En Londres, Beato Hans Oppenheimeer, confesor.
Teólogo refinado, nacido en Rutenburg, profesor durante muchos años en la
Universidad de Hamburg, con doctorados en Harvard, Cambridge, Cornell,
Princeton, Oxford, Columbia, Paris, Bolonia, Lanús y otras prestigiosas
universidades, asesor en el Concilio y en el Sínodo de la Sinodalidad de la Iglesia
Sinodal, no obstante su vasto conocimiento, nunca sacó los pies de la tierra y
siempre impulsó una iglesia descentralizada, abierta, democrática, inclusiva.
Una de sus frases recurrentes era “En una Iglesia libre, el amor debe ser
libre”. Cuando se desató el diluvio de críticas contra los sacerdotes que
bendecían los matrimonios igualitarios, el profesor Hans alzó valientemente la
voz para oponerse. Y no sólo alzó la voz, quiso dar además su testimonio de
afecto íntimo y personal a los damnificados.
Oppenheimeer también se manifestó partidario de la
libertad de Ucrania contra el opresor tirano ruso. Lamentablemente, cuando
empezaron a caer las bombas rusas sobre Hamburg, debió desplazarse más allá de
las fronteras germanas, a su confortable apartamento londinense.
El exilio terminó de empeorar la sífilis de la que
estaba tratando de recuperarse. Su empleada doméstica pudo escuchar sus últimas
palabras, pero al no saber alemán, no ha podido comprenderlas. Está segura de
que no dijo: “Rosebud”.
El profesor dejó muchas obras valiosas: “Teología del
encuentro cuerpo a cuerpo”, “Hacia una ética universal sin dogmas”, “Bésame
mucho”, “Yo y Jesucristo”, “La Iglesia del mañana ya llegó” (con prólogo del
Cardenal Tucho González), etc.
17- En
Si-Siang, beato Li-Piu-Chang-Chang, de la Orden de Monjes Cautivados, cuyo
monasterio se encuentra en la punta de la montaña “Akatá” de la cordillera
tibetana occidental. El beato hizo oídos sordos al barullo estomacal que el
hambre le infligía, persistiendo en comer sólo un frijol por día. Murió por una
picadura de mosquito varicoso que lo sumió en una fiebre delirante. Sus últimas
palabras fueron: “Ay, ay, ay…waign zué pi ká”.
SEPTIEMBRE
1-En Venecia, San Luisito Mangle, cardenal, confesor.
Nació en Manila, Filipinas, en el seno de una familia humilde y trabajadora,
católica conciliar y ecuménica, su padre vendía periódicos y Luisito lo ayudaba
repartiéndolos en una moto Gillera. Aprovechaba los viajes para difundir la
palabra de Dios siempre con una sonrisa, siempre constante. Uno de sus viajes
lo llevó hasta un edificio que no conocía. Allí le pedían siempre “La Nación
diario” o el “Página 12”. Se hizo amigo del recepcionista, con quien
intercambió saludablemente ideas acerca de la libertad, la igualdad y la
fraternidad, temas que apasionaban a Luisito. Finalmente comprendió que si
quería llegar más lejos con su palabra debería seguir el consejo de su amigo.
Así fue como el futuro cardenal Mangle ingresó en la Logia Fraternidad
Constante de la Masonería del Rito Escocés Aceptado.
Sus grandes virtudes cívicas y su caridad a toda
prueba hicieron que Luisito escalara posiciones en la Iglesia: Obispo,
Cardenal, Jefe de Dicasterios, hasta Secretario de Estado. Incluso era firme
candidato al papado, cuando fue injustamente involucrado en una turbia estafa
del Banco Vaticano. De pronto, la perenne sonrisa del Cardenal Luisito
desapareció en un mar de angustias. El Santo Padre se vio obligado a hacerlo a
un lado, nombrándolo Arzobispo de Venecia, pero Luisito ya había caído en
desgracia. Una sobredosis de antidepresivos lo trasladó al hospital central de
la ciudad. La Iglesia se unió en oración. Pero el Cardenal Luisito era de salud
frágil, y sucumbió, trasladándose a la Casa del Padre.
No obstante ciertas reticencias periodísticas, Luisito
no tardó en hacer su primer milagro: el Santo Padre no podía arrodillarse, pero
le rezó con fe a Luisito y entonces sus rodillas volvieron a funcionar. Esto
sucedió en su tan importante visita a la Sinagoga de Colonia.
3- Alfredo Chozas, dirigente social. Autor del famoso
tema “Sólo te pido a vos” dedicado a Francisco, que hiciera famoso la versión
del cantante latino Rodomel Aldope. Murió en un revolcón automovilístico,
debido a un revival de la inquina militar de los años 1970.