Darwin tenía razón
Escribe Marcos Arcadas, Sociólogo, escritor y psicopedarreuta.
La Evolución de las especies es un
hecho que hoy ya nadie puede negar sin ser un oscurantista, retrógrado o medieval.
La comunidad científica internacional no admite ya dudas al respecto. Días
pasados se ha podido comprobar inclusive un nuevo salto en la evolución que
hasta al mismo Darwin se le pasó por alto. De manera que la teoría
evolucionista ha venido a dar un avance extraordinario que quizás todavía no se
llegue a ponderar en su magnitud. Pero veámoslo más en detalle.
El mónero
Pepe fue adoptado por la pareja de científicos Braun y de inmediato se adaptó a
las costumbres familiares.
El mónero Pepe
continuó su evolución de manera asombrosa, hasta constituirse un verdadero mónero
de sociedad, aunque todavía no fuese hombre. Así lo retrató una destacada publicación inglesa.
Más tarde
el mónero evolucionó de manera genérica hasta convertirse en una mónera, Pepa, aunque
sin cambiar sus costumbres civilizadas.
Hasta que
finalmente la mónera pudo dar el último gran salto en la evolución
especial-genérica y ya humanizada pudo contraer “monomonio” gracias a la inestimable
apertura de mente de una iglesia evolucionada y sincretista.
Otra imagen
de la ceremónera al frente de la cual el cura “bendice” el salto evolutivo,
mientras los participantes llevan sus manos al corazón, quién sabe si
masónicamente: lo que es la evolución.
El mónero-mónera
evolucionada se retira junto con su galante y comprensivo partner.
En el Vaticano,
mientras tanto, parece que hay una gran comprensión por este inusual acto.
Indudablemente allí también ha llegado el evolucionismo con carta de ciudadanía.