El presidente del “Fan Club de la Neo-Fraternidad”, desde su bitácora
aduladora de los liberales que llevan a cabo la autodemolición de la
congregación fundada por Mons. Lefebvre, volvió a manifestar días atrás su odio
cerril por Mons. Williamson y todo aquel que osare criticar su idolatrada
Neo-Fraternidad, en una nota caracterizada por su inmensa torpeza y contradicción.
Aunque quizá no sea esto último lo llamativo, sino su intento de acercamiento –en
la común animadversión por el obispo Williamson- con la Radio Cristiandad,
hecho que inclusive fue mentado por un bromista comentador de su blog, y todo esto ocurrido
pocas horas antes del accidente que cobrara la vida del infortunado Fabián
Vázquez (QEPD).
El Pericón, en un tono conciliatorio con la Radio, quizá para contrastar
más con la felonía canallesca de
Mons. Williamson, se refiere a la lealtad de unos y deslealtad de los otros.
Aquí lo que dice:
Según el Diccionario de la Real Academia Española, esta es la definición
de la lealtad:
lealtad.
(De leal).
1. f. Cumplimiento
de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor y hombría de bien.
2. f. Amor o
gratitud que muestran al hombre algunos animales, como el perro y el caballo.
3. f. p. us. Legalidad,
verdad, realidad.
Otro diccionario dice así:
leal
('leal)
abreviación
abreviación
1. persona que actúa con sinceridad y es incapaz de traicionar a otra un amigo leal
2. característica que es propia de estas personas tener una actitud leal
3. animal que es fiel a su amo Los gatos no suelen ser animales leales.
Pues bien, en entradas anteriores sobre la Radio, Pericón
neo-fraternitario acusaba a ésta, y a su director, de ser engañadores, de ser mentirosos,
de ser fingidores, de no tener límites morales ni legales, de megalomanía,
etcétera, etcétera. Por ejemplo:
Cómo compagina el susodicho Birdman esto con la definición de lealtad, o con que “plantean la
lucha frontal, abierta” pero valiéndose de engaños, simulaciones y mentiras, aquellos que indicaba él que estaban "veinticuatro horas al servicio del infierno", es
algo que nunca podrá o intentará explicar, porque si hay algo que no es ese señor es
leal, sino todo lo contrario, y en su oscurecimiento en el error, propio de un
liberal, se vale de la contradicción para sustentar sus inicuos ataques. Ahora
ha tenido al menos el buen sentido de cambiar el nombre de dominio de su blog, tras el fatal accidente de su anterior archi-enemigo. Ojalá este último
suceso sirviera para que muchos cobraran conciencia –todos nosotros, al fin y
al cabo- de nuestra responsabilidad en relación a la verdad, y sin caer en
torpezas similares, pero sin perder el buen humor, abrir los ojos a la
realidad, empezando por nosotros mismos. Por lo pronto y en principio, el amor
a la verdad nos lleva a detestar la mentira y el error. Y no es esto lo que
puede verse en aquellos de quienes nos ocupamos. Mientras hay varios blogs de
la Resistencia que se interesan en probar lo que afirman, el neo-fraternitario
se limita a tirar la vergonzosa piedra de la difamación y nada más. Para colmo
en un costado de su blog advierte que no se trata de un blog de infamias. En fin, que el disfraz de la
Tradición no logra cubrir todas las deformidades con que el liberalismo o el
fariseísmo está llagando a muchos que dicen ser de Cristo.
Seguiremos rogando por nuestros enemigos, y, por caridad y cuando sea oportuno y necesario, y nos sea posible, con el mazo dando. Pero atención, pues ese mazo no debe tener otro nombre más que el de verdad. En palabras de San Pío X:"No resistir al error es
aprobarlo, no defender la verdad, es sofocarla”.