“Vivamos la milicia del cristianismo con buen humor

de guerrillero, no con hosquedad de guarnición sitiada”.

Nicolás Gómez Dávila

“Estoy inaugurando en la Argentina la literatura anticlericalosa. En todos los países católicos existe y aquí es una vergüenza. Los eclesiásticos, como toda sociedad humana, tienen sus defectos, abusos y ridiculeces y si no existe un contraveneno, el córrigo-ridendo-mores, campan con todos sus respetos, como una murga cualquiera”.

Padre Leonardo Castellani


sábado, 4 de junio de 2016

"Mal menor"




Esta nauseabunda, repugnante, pestífera tarjeta postal era repartida por agentes o empleados del gobierno de la ciudad de Buenos Aires (en manos macristas) en la reciente Feria Internacional del Libro de Bs. As.

Ah, hubo nacionalistas, lefebvristas y católicos varios que votaron a Macri (es decir, al gobierno que reparte esas cosas) con el argumento de que “es un mal menor”. En realidad se cambió la cumbia villera por el reggaetón, el olor a patas por el perfume de shopping, el populismo grasiento por el chetaje de San Isidro, Maduro por Obama, Tinelli por Tinelli. Por encima de esto y según informes se habría dirimido una interna israelí: el Likud contra el Partido Laborista (halcones vs. Palomas). Ganaron los primeros. Perdió la Argentina. ¿Y Francisco? Quedó descolocado porque apuntaba al otro sector sionista.

¿Cómo sorprenderse del actual estado de la Iglesia en Argentina, del Gobierno, de la Neo-Fraternidad y todo lo demás, si se participa del circo electoral y encima para elegir a semejante gobierno, un plantel de CEOs que cumplirán a rajatabla las ordenanzas plutocráticas del Nuevo orden Mundial? ¿Es que hay mal menor en Sodoma?

Gracias a Dios, todavía hay quienes resisten la barbarie, tenga el color que tenga y llámese como se llame. 


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