Comisario
Bouchacourt.
O
lá lá : Guerra civil en el distrito galo de la FSSPX
Ante la reacción
(tarde piaste, pero ¡al fin!) de siete priores y tres superiores religiosos contra
la aceptación de la “misericordiosa” dádiva de Francisco respecto de la
celebración de los matrimonios por parte de la Fraternidad, que coloca a ésta
en la “jurisdicción conciliar”, ubicando a sus sacerdotes en una categoría de
“segunda” respecto de los sacerdotes conciliares, nuestro tan conocido Padre Bouchacourt, ha enviado una Respuesta
policíaca,
que podría resumirse en este párrafo:
“Le
incumbe a cada uno hacer frente a esta nueva prueba que atraviesa nuestro
distrito rechazando toda cooperación a la difusión de este comentario, a
tenerlo por nada y despreciarlo como cosa insignificante y buena para ser
desechada”.
Un verdadero seguidor
de Mons. Lefebvre habría usado precisamente esas mismas palabras para rechazar
la resolución de Francisco respecto a los matrimonios celebrados en la
Fraternidad. Pero vemos que sucede lo contrario. Por supuesto, el P.
Bouchacourt no hace nada sin recibir las órdenes de Menzingrado. En este
caso, la consigna es dar un mensaje
sobre todo a Roma, porque esta excelente reacción contra la “benevolencia”
de Francisco, pondría en riesgo el
acuerdo total y absoluto, a coronarse con la prelatura. ¿Quizás sirva para
acelerar el trámite final por parte de los modernistas romanos? Veremos
veremos, después lo sabremos.
Pero además el comisario Bouchacourt acusa de
subversivos a los priores (en realidad, más que priores pues en Francia las
divisiones por regiones son más grandes) y a los superiores de las comunidades
religiosas. Dice así:
“Estimados Cofrades,
Esta mañana ustedes debieron recibir o leyeron en
internet una declaración firmada por siete priores y los superiores de los
Capuchinos, de los Benedictinos y de los Padres de Mérigny.
Yo condeno y repruebo total y firmemente la manera subversiva por la cual
esta declaración ha sido difundida. Preparada
en secreto, entre algunos cofrades seleccionados, con la finalidad de sorprender, de desestabilizar y de poner a los
superiores ante el hecho ya consumado, ésta toma a los fieles como rehenes y
los constituye jueces de los sacerdotes y los superiores.”
Lo que estamos presenciando
es ni más ni menos que las consecuencias de la subversión instalada en la Fraternidad
por los superiores acuerdistas liberales, muy especialmente a partir del año
2012. Diremos otras palabras de otra pluma, acerca de la subversión, sabiendo
que la respuesta ofrecida por los “teólogos” de Menzingrado va en el sentido subversivo de desanclarse y
desentenderse de los principios para apelar a la falsa caridad subjetivista,
sentimental, sin ser capaces de refutar en lo más mínimos los buenos argumentos
esgrimidos por los firmantes de la carta:
“El
gran secreto, la gran obra, el gran arte de la subversión bajo todas sus formas
es hablar vehementemente en un sentido y
actuar tanto más enérgicamente en el sentido contrario. El pueblo cree lo
que oye y no comprende lo que ve”.
“Doctores
que recomiendan el sí y el no juntos. Ellos saben muy bien que sólo
el no será seguido de efecto en el
acontecimiento que su discurso prepara, mientras que el sí será letra muerta. Sus sí
y sus no son el ala derecha y el ala
izquierda de un ejército que un estratega prepara sobre el terreno para
esconder sus intenciones por una simetría falsa: el ala derecha tiene como
misión de hacerse matar en la plaza, al sólo fin de cubrir y de favorecer la
maniobra que el ala izquierda se reserva de ejecutar sin la menor dificultad”.
“El
gran arte de la subversión, y la primera condición de su victoria, es tomar por
agentes de su ejecución a los representantes legítimos de la autoridad que ella
busca destruir.”.
“Es
bueno recordar que casi siempre se es traicionado, y que siempre se lo es sólo
por sus jefes”.
“La verdad pone como locos furiosos a los
partidarios del error y de la mentira, mientras que el error y la mentira dejan
en general muy tranquilos a los que conocen la verdad”.
(Pensamientos escogidos
de Alexis Curvers, en “Itinéraires”, nov, dic, 1971)