…para un condenador serial que, obnubilado en su soberbia, condena a algunos
por “no dar la cara”…y lo hace sin dar él mismo la cara y escribiendo
parrafadas virulentas detrás de un seudónimo, alias “Osko”.
Así dice en el sitio de una Radio:
Y los de la
fláccida no fueron, ni a la catedral (o tal vez sí, haciendo alianza con los
otros…, o para sacar fotos…), ni a dar la cara en la Misa del 3 de noviembre
del Padre Cardozo en Bs. As.
Todo prueba
que no tienen…, nucas…, como sí
tienen los fieles de Tucumán del Padre Cardozo, que, al menos, las
pusieron… las nucas, se entiende…
O sea, condena lo mismo que él hace. “Ustedes
no dan la cara, pero yo sí puedo permitirme no darla”. ¿O es que hay una fotografía
suya en ese sitio y nosotros no la advertimos?
Muy coherente lo de este “Osko”, muy
coherente.
Pero mejor recordar las palabras de
Nuestro Señor para esta clase de hipocresías:
“¿O cómo puedes decir a tu hermano: “Déjame quitar la
pajuela de tu ojo”, mientras hay una viga en el tuyo? Hipócrita, quita primero
la viga de tu ojo, y entonces verás bien para sacar la pajuela del ojo de tu
hermano”
(Mt.7, 4-5).
En fin, el corajudo Osko no muestra la
cara, ni el perfil, ni la nuca…como les exige a los otros.
Pues bien, no poseemos fotos del tal
Osko (sí ilustraciones de nuestro dibujante en jefe Requena), pero sí hemos
encontrado una home movie suya en la Cinemateca
Argentina, que presentamos al amable lector:
Dicen
algunos que escribe sus artículos mirándose al espejo…
Otros
afirman que antes de escribir se coloca el anillo, y por eso resulta ser
invisible…
Tal
vez sea que no puede quitarse el casco…Todo es posible en “la dimensión
desconocida” de una mente afiebrada…
¡Oh, supertradis!