"Yo
entré a una capilla chiquitica esta mañana (...) De repente entró un pajarito,
chiquitico, y me dio tres vueltas acá arriba. Se paró en una viga de madera y
empezó a silbar, un silbido bonito. Me lo quedé viendo y también le silbé. El
pajarito me vio raro. Silbó un ratico, me dio una vuelta y se fue y yo sentí el
espíritu de él [Chávez]. Lo sentí ahí como dándonos una bendición, diciéndonos:
«Hoy arranca la batalla. Vayan a la victoria. Tienen nuestras bendiciones». Así
lo sentí yo desde mi alma".
Nicolás Maduro, Tirano de Venezuela.