La revolución conciliar en un largometraje
español de 1970
Si el reciente
video oficial del Vaticano ha resultado un escándalo de proporciones explosivas
–la prensa liberal no se refiere a él como sí se escandalizó por los atentados a
Charlie Hebdo o los recientes de París, pero esto es un atentado silencioso a
Dios en nombre del “Amor”- esta película
que presentamos ahora es una excelente muestra –en tono de comedia- de la
monstruosa revolución que trajo el concilio Vaticano II a la Iglesia. Si
Francisco viera esta película sin dudas la tendría por una de sus favoritas.
¿De qué
la va? Un viejo cura es conminado por un enviado del Arzobispado para que cambie
y se aggiorne dado que ya nadie acude a su iglesia. Para ello lo invitan a
visitar a un cura moderno y revolucionario para copiar sus métodos de “evangelización”.
A partir de allí emprende cambios brutales en su parroquia. Gracias a la
televisión, el resto de la feligresía termina acompañando su iniciativa.
Lo que
vemos durante toda la película es verdaderamente horrible: un cura viejo sin
luces que se deja llevar por el modernismo, con tal de no perder su puesto; la
feligresía y los habitantes del pueblo embrutecidos por la televisión; los
comunistas metidos dentro de la Iglesia; las ideas liberales que finalmente triunfan
en una falsa paz. De verdadera religión, cero. Hasta tenemos, anunciando las “reinas magas”
de Benedicto y Francisco, a un bebé que es niña haciendo del Niño Jesús.
A pesar
de su “happy end”, quizás esta película sea el mejor ejemplo de la barbarie
modernista puesta en escena…hasta los insuperables tiempos grotescos y catastróficos
de Francisco.