“Vivamos la milicia del cristianismo con buen humor

de guerrillero, no con hosquedad de guarnición sitiada”.

Nicolás Gómez Dávila

“Estoy inaugurando en la Argentina la literatura anticlericalosa. En todos los países católicos existe y aquí es una vergüenza. Los eclesiásticos, como toda sociedad humana, tienen sus defectos, abusos y ridiculeces y si no existe un contraveneno, el córrigo-ridendo-mores, campan con todos sus respetos, como una murga cualquiera”.

Padre Leonardo Castellani


miércoles, 6 de agosto de 2025

EL RE-AVIVA-MIENTO EUCARISTICO PLAYERO BIEN CELEBRADO SEGUN INFOCATOLICA

 


“Pero con arreglo a las normas litúrgicas”

 

Así se ataja de movida el sitio conservador Infocatólica, para dar a conocer esta especie de “Renacimiento eucarístico” en shorts y chancletas. Sí señor, alabemos a Cristo untados de protector solar sobre la tibia arena, ¿por qué no? ¿No quería Francisco una iglesia en salida? ¿Para qué ponerse pantalones largos y caminar hasta la parroquia, con este calor? Vamos, que venga Él a donde estamos, así podremos disfrutar a la vez de la eucaristía y del horizonte soleado, la brisa del atardecer y tras la eucaristía las cookies o las donas…

 

Veamos primero el artículo que reproduce Infocatólica, con un par de fotos que reproduce:

 

Misas en la playa de Long Island

En los alrededores de Nueva York, tres parroquias han emprendido una osada iniciativa para evangelizar y conseguir recuperar a católicos que hace tiempo que no acuden a la Iglesia: Misas en la playa, pero bien celebradas.

25/07/25 12:00 PM

(NCR/InfoCatólica) Normalmente, cuando en un medio de comunicación hay que hablar de Misas en la playa, se trata de deplorables casos de caos litúrgico, falta de reverencia y desprecio de las normas litúrgicas. Esta ocasión podría ser diferente.

Este año, se está produciendo en Estados Unidos lo que se ha llamado un Renacimiento o Reavivamiento Eucarístico, en el que millones de personas presencian la salida del Santísimo Sacramento por las calles en procesiones eucarísticas, para que Cristo pueda ser adorado por los fieles que van a la iglesia y también por otros que hace tiempo que no acuden a ella. Algunas parroquias de Long Island (Nueva York) llevan once años haciendo algo similar, a su manera.

En las tres parroquias de San Ignacio Mártir, Santa María de la Isla y Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, «la idea surgió de la comunidad, de un grupo de feligreses y del párroco, que intercambiaron ideas sobre las posibles oportunidades de evangelización en nuestra singular ubicación costera», declaró John Bernhardi, que lleva ocho años colaborando con Beach Catholic, una iniciativa organizada por el padre Brian Barr, en cuyo marco los fieles católicos pueden acudir a Misa en la playa todos los domingos de verano.

«Obviamente, la mayoría de las veces celebramos la Eucaristía en una iglesia», añadió el sacerdote. «Creo que llevar el Sacramento a las calles crea una dimensión adicional. La mayoría de nosotros no estamos acostumbrados a la oración pública fuera de los muros de la iglesia. Pocas cosas son más públicas que una Misa en la playa. Creo que eso nos inspira y nos desafía de maneras importantes».

«La playa es un lugar informal. Era importante que se mantuviera la santidad del Sacramento a pesar de ese ambiente informal. Creo que lo hemos logrado», ha afirmado el padre Brian Barr. La idea de celebrar la Misa en la playa puede resultar desconcertante para algunos y no han faltado las críticas, pero el padre Barr se asegura de que se mantenga la reverencia debida, se cumplan las normas litúrgicas y se use un altar digno, además de velas, vasos sagrados, ornamentos, cruz procesional, libros litúrgicos, ambón para las lecturas, etc. Según el canon 932, la celebración eucarística debe hacerse en lugar sagrado, pero, en casos particulares, cuando haya necesidad, puede celebrarse fuera de la iglesia en un lugar digno. Por supuesto, el obispo diocesano está al corriente de todo lo que se hace en las Misas al aire libre en la playa.

Dado el lugar, muchos de los asistentes están vestidos informalmente, pero rezan, se arrodillan y siguen con devoción la celebración. Además, varios de los objetos litúrgicos utilizados durante la Misa tienen un significado especial para los feligreses. El altar, el ambón y la cruz procesional fueron fabricados por un parroquiano carpintero, con los restos del paseo marítimo de la playa, destruidos tras el huracán Sandy, que arrasó gran parte de la zona en 2012.

«Así como las grandes pinturas, estatuas o vidrieras de una iglesia nos ayudan a reflexionar sobre la belleza de Dios, presenciar la Misa mientras el sol se pone sobre el océano aparentemente infinito es una excelente manera de recordar el amor y la bondad infinitos de Dios», declaró el feligrés Ryan Bonomi al National Catholic Register.

A juzgar por las multitudes que acuden a la Misa dominical en la playa, tanto los habitantes de la zona como los turistas están muy contentos de tener esta oportunidad única. Hace dos semanas, más de 1.200 personas asistieron a la Misa dominical vespertina; y tan solo el fin de semana pasado, la cifra ascendió a 1.300 fieles. Entre esas cifras y el entorno, mantener la reverencia y la concentración es un desafío, dijo el padre Barr, pero recalcó que «con un gran equipo, se logra».

La manifestación pública de fe también es una oportunidad para evangelizar. Durante los últimos diez veranos, se estima que más de 50,000 personas han asistido a la Misa en la playa. La parroquia ha tenido la oportunidad de llegar a católicos que habían estado alejados de su fe durante mucho tiempo y que oyeron hablar de la Misa en la playa o casualmente se encontraban en el paseo marítimo y se detuvieron a rezar. Incluso está previsto empezar a realizar la exposición del Santísimo regularmente.

Bernhardi, que llegó a su parroquia a través de la Misa en la playa, explicó que se sentían «llamados, ahora mismo, a ser una iglesia misionera; no solo a recibir los sacramentos nosotros mismos, sino a salir a compartir la verdad de Cristo con todo el mundo. Creemos que la Misa en la playa está haciendo realidad ese llamado».

«Cada verano», explica el padre Barr, «recibo regularmente notas o correos electrónicos en las que alguien describe cómo, mientras iba en bicicleta o daba un paseo por el paseo marítimo, descubrió la Misa. Se detuvo, se quedó. Y luego regresó. ¿Qué puede haber que sea mejor que eso?».

https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=52979

 







PEEEERO…

 

Pero Infocatólica no muestra todo lo que ocurre en esas “eucaristías” yanquis. Sí lo muestra el sitio de donde ha tomado la nota:

https://www.ncregister.com/features/beach-catholic-summer-sunday-masses

 


Comunión en la mano, dada por mujeres (o un hombre afeminado, tatuado y con camisa hawaiana). ¿¿¿Es esto para TibioCatólica una “misa bien celebrada”???

 

En definitiva, IC presenta el artículo censurado, para no tener que hacer ninguna crítica al mismo, pero cuando se trata del tradicionalismo no trepida en ser duro contra Mons. Lefebvre y sus seguidores. Hasta hemos leído a un comentarista de un post –que no fue censurado ni corregido- decir que odiaba a Mons. Lefebvre (sic).

  

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