OCTUBRE
6-San Jacob Mynster, confesor. Obispo luterano
dinamarqués, considerado un “testigo de la verdad”, llevó una vida de servicio
a su pueblo y a su nación. El éxito le acompañó desde el principio y a lo largo
de toda su vida, gracias a su predicación equilibrada, austera, que lejos de
inquietar a sus fieles los dejaba vivir sus vidas sin molestar a nadie, pues su
lema episcopal era “Vive y deja vivir”. Contó siempre con el aprecio de las
autoridades constituidas. Su vida fue un ejemplo de discreción, adaptación,
diálogo y paz, sin enemigos, salvo en cierto momento cuando apareció un sombrío
y minúsculo escritor existencialista al que supo desdeñar con mucha altura. Luego
de llevar una vida larga y tranquila, se fue sin perturbar a nadie, habiendo
cumplido su misión de mantener la Iglesia danesa alejada de las exageraciones
del “Dulce Galileo”.
9-San Amílcar Rebolledo, mártir. Presbítero panameño,
destacado impulsor de la “Iglesia pobre para los pobres”, tomó como pocos
ejemplo del Papa Francisco y su “Iglesia en salida”, fundando la congregación
“Exit”, cuyos miembros fueron conocidos como “Los Exitosos”. Rebolledo Salió
por los caminos más intransitados con su conjunto musical “Los Waricó”,
contagiando con su música y alegría a los pobres de las periferias
existenciales. Su extraordinario éxito lo llevó a grabar varios álbumes
musicales y firmar un contrato con MTV. Coincidió en sus shows con Carlitta, la
popular religiosa que dejó los hábitos para evangelizar desde el arte. Juntos
engendraron un niño que falleció al poco tiempo de nacer. Carlitta abandonó a
Amílcar, que desconsolado pensó en colgar la camisa hawaiana. No obstante
continuó con sus shows programados en Las Vegas. Una noche, afirman sus
detractores que alcoholizado, quiso evangelizar al propietario del Casino donde
actuaba, pero éste se negó y afirmó su negativa disparando con su colt al parietal
izquierdo de Amílcar.
Dicen los testigos privilegiados que Amílcar murió
cantando una cumbia villera.
NOVIEMBRE
10-Beato Attar Salim Deaká, confesor. Rector de la
Casa de Estudios Mahometana en Abú Dabi, mantuvo lazos muy estrechos con el
Sumo Pontífice con el fin de promover una sana diversidad religiosa. Una
indigestión al finalizar un puchero de camello en El Cairo, cuando hacía una
visita protocolar a la comunidad saudita local, lo llevó al delicioso y
paradisíaco más allá.
15- Beata Venérea, confesora. Primera secretaria
general del Sínodo Sinodal, impulsó una escucha y un discernimiento comunitario
que permitió una veloz apertura poliédrica de la Iglesia. Falleció durante su
primer viaje a Roma, luego de haber visitado una famosa trattoria. Su cuerpo fue cremado y arrojado al Tíber en solemne
ceremonia televisada.
DICIEMBRE
1-San Anastasio Giles, conocido popularmente como
“Gauchito Giles”, mártir. Desde jovencito se destacó como defensor de los
pobres en su reclamo de justicia social, en su terruño guaraní. Hábil con el
facón, perdía los estribos en su afán de hacer justicia social. Luego de
ingresar al Frente Popular Obrerista Evo Morales (FREPOEM), emprendió una
exitosa labor como auxiliar de los líderes del Frente, en su lucha por los
derechos de los pueblos originarios. Recibió el premio “Lord Palmington” en
Manchester, que le reportó la suma de 500.000 libras esterlinas, enteramente donado
para los pobres y administrado equitativamente por el FREPOEM.
Murió de una puñalada, en una reyerta con miembros
separatistas del FREPOEM. De inmediato comenzaron a reportarse curaciones. Su
causa está en examen, pero el Sínodo ha permitido su culto popular, siguiendo
el discernimiento del Pueblo de Dios.
3- Beata Ester Lina Williams, obispa de la Iglesia
Anglicana de Su Majestad, confesora. Primera Obispa y servidora inclaudicable
del diálogo mundial de la paz, admiradora de S.S. de Roma Sinodal, reconocible
por su perenne sonrisa, llevó a la Iglesia de Inglaterra a abrirse de par en
par hasta el punto de permitir la comunión con nuestros hermanos los animales.
Nadie fue excluido de la confraternidad ecuménica.
POSTFACIO
Por el
Rabino Fernando Szegarkón
Cuando acabé de leer el presente “Martirologio ecuménico”,
no pude menos que dar gracias al Altísimo, por esta constelación de hombres y
mujeres bienhechores de la Humanidad. Y sin dudas tuve que pensar en el efecto
inmensamente benéfico aportado por mi amigo el Cardenal Jorge Mario Peroglio,
por su impulso dado al camino de unidad mundial de todos los que desean que el
Hombre sea cada vez más Hombre, y la Mujer cada vez más Mujer, con toda su
dignidad enaltecida y eminente puesta de relieve.
El cardenal Peroglio siempre me decía que el camino
para la paz no es otro que el camino del encuentro, del respeto a las
diferencias, del enriquecimiento mutuo y solidario. Enriquecimiento que en mi
caso ha significado además acceder a una parte accionaria en las Fundaciones
“Good Boys”, “Golemstein inc.” y “Bank of the World” que han promovido la paz y
la santidad entendida como servicio, del mismo modo que el Cardenal Peroglio y
yo lo venimos predicando desde hace ya muchos años.
Así pues, bendigo esta iniciativa de dar a conocer a
los benefactores de un mundo nuevo y mejor, más redituable y disfrutable. Y
agradezco nuevamente al Cardenal Peroglio por su benevolencia y fraternidad,
que me conmueven profundamente, al punto de hacerme verter lágrimas sobre la
página en la que escribo.
Shalom.
Aquí
termina el libro
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