Por
estos días hay muchos que se preguntan “¿Quién es Francisco?”.
Sólo Dios y ese hombre saben el "por qué", lo cierto es que Francisco
es Bergoglio, un producto del Vaticano II, alguien que hace cosas como éstas:
Bergoglio bromea y hace reír a protestantes, al
contar que en el aula sinodal se cruzó con un "obispo" anglicano y al
saludarlo, le dijo: "¡Qué valiente usted por acá! ¡En otra época, lo
hubieran quemado en la hoguera!".
Bergoglio bromea al presentársele el bastón que
usara en sus últimos tiempos Santa Teresa de Ávila.
Bromas el día de Corpus Christi, con los
periodistas.
“Igualdad”,
uno de los postulados de la Revolución Francesa más deseados por la canalla
comunista, puesto en práctica por alguien que sabe que no es igual a nadie.
“Uno
más” entre sus pares.
“Igualdad”.
Hay que mimetizarse con los que están alrededor, como “Zelig”.
“Uno
más”.
Pleitesía
a un promotor de los crímenes más aberrantes en nombre de los “Derechos Humanos”.
La
prensa de izquierda más degenerada se encarga de resaltar bien la burla de
Francisco, la afrenta sobre la Evangelización de América.
Neo-Comunismo
eclesial. Bergoglio ha superado a sus antecesores.
Bergoglio
ahora ríe, ríe a carcajadas, ríe mucho. ¿Goza porque la Fe católica conquista
al mundo, goza porque Dios le ha dado una cruz bendita, o goza porque tiene un
gran poder en sus manos, y con ese poder que le han dado se atreve a hacer lo que nadie nunca antes hizo?