Un
agente de nuestro Servicio de Inteligencia Mediático (SIME), captó por teléfono
la siguiente comunicación confidencial, que creemos útil comunicar:
-Hola.
Pronto, quiero hablar con Monseñor Felé.
-Deletree
el nombre, por favor.
-Felé,
efe-é-ele-é-a…
-Un
momento, por favor. ¿Lleva una ele o dos ele?
¿Puede empezar de nuevo?
-¡Felé!,
es el Jefe, el Capo, el namber uán, ¿me entiende?
-¿Quiere
hablar con el Jefe? Un momento por favor…
-¡Al
fin! ¡Apúrese que esto es un caos!
-Dime
Larabee, ¿quién es el que llama? Escuché
que es de Kaos…
-¡Sí,
me escuchó bien, caos, el agua nos está tapando, hay que apurar el acuerdo…!
-Aquí
el Jefe. ¿Qué informe tiene de Kaos?
-¿Hablo
con el Jefe?
-¡Nain,
el Jefe de Kaos soy yo, Sigfrid!
-Dígale
a Monseñor Felé que apure el acuerdo. El barco se hunde y hay que repararlo con
una gran estampilla. Que hable con Francisco.
-Dá,dá,dá…
-¡Hola,
hola? ¡Operadora, déme con Roma…!
-Deletree,
por favor.
-¡La
p…que los parió…! Que nos hundimos...
-Ciao,
signore. Cui Roma. ¡Parle!
-¡Queremos
la estampilla! ¡Dígale a Francisco que somos católicos! ¿Me oye?
-Cosa
stai dicendo? Non capisco ...
-¡Usté
no es Felé, salga de la línea, haga el favor!
-Castigat, buenos días ¿en qué puedo
ayudarlo?
-¡Por
favor, quiero hablar con Felé o alguno de sus secretarios! ¡Hace dos horas que
me pasan de un lado a otro…! ¡Queremos la estampilla que tape la rajadura, nos hundimos! ¡Esto no se aguanta más! ¿Hasta cuándo van a seguir conversando?
-Acá
Monseñór Felé al habla. No se preocupe que he estado diciendo eso, lo estamos
intentando y seguimos conversando sin cortar el hilo vital. Ya lo hemos logrado en Argentina. Pero no depende todo de
nosotros, sino de Roma la estampilla. Casualmente ahora mismo estaba por
llamarlo al Santo Padre. Operadora, déme con la Casa Santa Marta, please, thank
you very much. Quiero hablar con Francisco.
-Bernar
Felé.
-Ah, me parecía que era su voz. ¿Cómo está hoy? Lo pongo en llamada de espera, Monseñor. El Santo Padre está en otra llamada en este momento.
-¡Hooola,
Bernie! ¿Así que eras vos el que llamabas? ¡Qué alegría escucharte! Che, a ver
cuándo nos comemos una pizza, eh?
-Ja,ja,ja,
con mucho gusto Santidad. Y dígame, ¿cómo va lo nuestro?
-¡¿Quién
cojones dejó atravesado el carro enfrente de mi portón que no puedo salir?! ¡Un
carro negro! ¡A ver quién dejó atravesado el carro negro que no puedo salir!
-¡Yo
no fui, y salga de mi línea inmediatamente! ¡Habráse visto tamaña grosería!
-¿Hola,
hola? ¿Felé, Bouchacourt, alguien puede contestarme?
-¡Acá
se hace lo que yo digo! ¡¿Le queda bien claro?!
-¡A
ver quién cojones saca el carro negro que está frente a mi puerta! ¡Lo digo por
última vez!
Lamentamos
no poder seguir reproduciendo la comunicación. Allí se produjo un corte y no
hemos podido retomar la escucha. Nuestro agente se encuentra actualmente
elaborando su informe deductivo de la misma.
Muchas gracias.