Se encontraron
en la plaza
por primera
vez, y ya
como viejos
conocidos
comenzaron a
jugar;
y por una
bagatela
se pegaron sin
piedad.
Terminada la
contienda,
cada cual se
fue a su hogar,
incubando la
venganza
más terrible y
ejemplar;
y al hallarse,
al otro día,
.... ¡se
pusieron a jugar!