“Resistid firmes en la ambigüedad.”
“Dialoga, dialoga, que algo queda”.
“Es preferible un diálogo de sordos a
quedarse mudos”.
“Encontrarse con el otro es encontrarse
uno mismo”.
“Si dialogas con tu enemigo tal vez
descubras que el enemigo eres tú”.
“Resistid firmes en la diplomacia”.
“Donde dos dialogan, ahí está la
iglesia, aunque piensen distinto”.
“Primero dialoga y después averigua”.
“La Iglesia debe prestarse al diálogo
con el mundo en que vive. La Iglesia se hace palabra; la Iglesia se hace
mensaje; la Iglesia se hace coloquio”
(Paulo 6º)
“Y así como la Iglesia emprende el
diálogo, lo mismo ha de hacer cada uno de los cristianos al acercarse a los
hermanos, con frecuencia, de ideologías, convicciones o religiones distintas.
No se levantan muros divisorios, sino que se tienden puentes; no se subraya lo
que divide, sino lo que une. El arte del diálogo ha de constituir el arte de
todos los cristianos”.
“El diálogo constituye el apostolado
que la iglesia posconciliar realiza en favor de los hombres de nuestro tiempo”.
“Hay que dialogar aunque no nos
entendamos, porque mientras dialogamos, no nos peleamos”.
Algunos buenos ejemplos de diálogos inolvidables: