"La antigua liturgia era la cortesía del alma: la manera de
dirigirse a Dios con el debido protocolo. Hoy todo eso ha quedado a cargo de los peluqueros del Postconcilio,
maestros de ceremonias del más abierto guarangaje".
Ignacio B. Anzoátegui
Imagen de acá.
¡Cuidado con esas duchas!