por don
Curzio Nitoglia
De acá (Traducción
por F.I. Fuente:
http://chiesaepostconcilio.blogspot.com.ar/2015/01/don-curzio-nitoglia-io-non-sono-charlie.html#more)
El
hombre, según Aristóteles, es un «animal racional», hecho para conocer la
verdad (principio especulativo, de suyo evidente, de identidad y no
contradicción: «sí = sí, no = no; sí ≠ no»), y «libre», hecho para amar el bien
(principio práctico de la sindéresis: «haz el bien y evita el mal»). Hoy,
los intelectualoides post-iluministas son todos "Charlie ",
es decir, intelectualmente sofistas (negación de la no contradicción: «bien =
mal») y moralmente degenerados (pérdida de la sindéresis: «malum faciendum,
bonum vitandum»), como los caricaturistas parisinos de Charlie
Hebdo («parce defunctis»).
Millones
de post-europeos finalmente americanizados salen a la calle, arrastrados por
la sinarquía globalista, para seguir
insultando implícitamente a la Santísima Trinidad, a Jesús, a la
Virgen María, al Papa. En cuanto a nosotros, tratamos de ser hombres veraces,
que conocen la verdad y aman el bien, sin ofender y profanar la Divinidad.
La
ironía 1 y la sátira son buenas, pero deben ser
educadas; la vulgaridad, la blasfemia, el insulto son objetivamente
un mal (segundo y octavo mandamiento).
El
Occidente americanista es capaz de matar por la pelota, por el concierto de
rock, por la discoteca, por la transgresión, por los embarazos no
deseados, por las enfermedades no soportadas, para importar la democracia, y
todo esto no sorprende a nadie. Sólo Dios puede -es más, debe- ser
insultado. La única "religión" que no admite dudas, preguntas,
demostraciones es la "Shoa". Ciertamente, se deben evitar los
excesos de la legítima defensa, pero tampoco cumple animar a los que maldicen a
Dios y a las cosas sagradas.
Los tendales que deja la diosa Libertad: Je suis Charlie |
El
iluminismo idealista nos ha llevado a estas paradojas: 1) la
acogida de etnias y religiones diametralmente opuestas a la europea
(mediterránea, grecorromana y católica); 2) el insulto
que hiere y ofende al que se quiso acoger para luego herirlo, el cual, no
habiendo perdido su identidad, responde de manera agresiva y desproporcionada,
aunque no completamente desprovista de fundamento: «no mezcles lo sagrado con
lo profano» (en el original: scherza coi fanti, ma lascia stare i
santi!).
Es
menester ser realistas. El actual estado de degradación del hombre (y los
hechos parisinos de enero de 2015 nos permiten palparlo con las manos),
ultimado por el nihilismo a trueque del Dios que el Superhombre hubiera
querido matar -como lo teorizó Nietzsche- no puede curarse con remedios
naturales. Sólo la ayuda de la Omnipotencia divina puede remediar tanta
ruina. Ni mucho menos con las viñetas, las descargas de ametralladora y
las marchas iluministas e iluminadas. «Esta clase de demonios se expulsan
sólo con el ayuno y la oración».
Conclusión:
sé tú mismo, animal racional y libre. Haz el bien y evita el mal, esto es
todo el hombre. No seas Charlie o Charlot ,
sino un hijo de Dios creado a su imagen y -si vives en gracia- a su semejanza.
«Agnosce christiane dignitatem tuam!». De lo contrario, «desfila y ríete,
oh payaso, y todos aplaudirán». Cada cual elija su camino.
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1. Ironía viene
del griego èiròn: aquel que interroga a los demás fingiendo socráticamente no
saber para hacer que descubran la verdad. Sátira viene del
latín sátura y alude a una composición poética que critica con
agudeza las debilidades humanas. Agudeza viene del latín arguére, indicar,
demostrar, y significa espíritu sutil, listo, inteligente, delicado,
agradablemente mordaz. Por lo que, en rigor de lógica, Charlie no
es irónico, ni satírico, ni siquiera agudo. Es ofensivo e insultante, vulgar y
desagradable.