"Rivadavia encadena al Padre
Castañeda en Kaquelhuincul, y al dictarse la ley del olvido, se olvida del
clérigo. Cavia, Varela, Agüero, a coro lo denostaron por sus presuntas locuras.
Piccirilli, el mayor panegirista de don Bernardino, pondera a Castañeda y lo
exime de las acusaciones de enajenado. En todo caso, el sacerdote anticipa, en
el siglo XIX, lo que en el XX significó Leonardo Castellani, otro cura que
expresaba con crudeza y fina ironía su sentimiento patriótico. ..."
De acá.