“Un gusto por la lectura en verdad
amplio es el que nos permite encontrar algo que nos satisface en la sección de
gangas de una librería de segunda mano. De manera semejante, un gusto
verdaderamente amplio por la humanidad siempre encontrará algo que apreciar en
esa franja representativa de la humanidad con que nos topamos a diario.
De acuerdo con mi experiencia, es el
Afecto el que crea este gusto, al enseñarnos primero a notar a las personas que
“casualmente estaban ahí”, luego a soportarlas, después a sonreírles, más tarde
a disfrutarlas y, finalmente, a apreciarlas. ¿Hechas para nosotros? Gracias a
Dios que no. Son ellas mismas, más singulares de lo que pudimos haber creído y
mucho más valiosas de lo que sospechamos.”
(C.S. Lewis: Los cuatro amores,
Editorial Andrés Bello, Buenos Aires, 2007, p.48)