Un gran paso para la Humanidad
Un gran paso para la Fraternidad
No nos
malinterprete, Padre. Son muy laudables las bendiciones, extremaunciones y
demás oficios realizados en su calidad de sacerdote en su ascensión al
Aconcagua. Dios bendice todo ello. Pero, hacer cumbre con la bandera de la
FSPX, para después al bajar, dejar que los liberales como Mons. Fellay y sus
cómplices la pisoteen, y esto sin decir absolutamente nada, es deplorable. Y
esto Dios no puede bendecirlo. Nuestro Señor subía solitario las montañas, para
orar al Padre y así luego, al bajar, recomenzar con ímpetu la lucha contra las obras del demonio
y los fariseos que las llevaban a cabo. No bajaba para organizar exposiciones
fotográficas de sus hazañas deportivas (ah, claro, no llevaba cámara de fotos,
¿verdad?) mientras los enemigos seguían su obra destructora sin obstáculos.
Nuevamente la
Neo-FSSPX gusta de exteriorizar sus “logros” y “hazañas”. Quizás mañana tomen
la foto del Vaticano con la exitosa banderita, y nadie diga nada.
Y hablando de
banderitas, ¿miramos mal? No, junto con la banderita fraternitaria aparece la
bandera multicolor indigenista, la llamada “wiphala”. ¡Eso se llama ecumenismo!
En fin, en la
Resistencia nos declaramos absolutamente impotentes
para realizar una hazaña deportiva como escalar el Aconcagua. Pero estamos
seguros de que hay sacerdotes que realizan hazañas mayores, esfuerzos supremos
y desconocidos para vencerse a sí mismos, a sus miedos, sus enfermedades, sus
limitaciones y obstáculos, sin respetos humanos ni complicidades con superiores
que traicionan la causa. Y estas hazañas no aparecen en ninguna cámara fotográfica,
pero están presentes en la mirada de Nuestro Señor, que al fin y al cabo es lo que importa.
Ahora bien,
nos permitimos hacer una sugerencia para la próxima expedición:
convenientemente, en vez de exhibir la bandera de la FSPX, podrían simplemente
mostrar una bandera blanca. Entonces la realidad con todos sus matices, al
igual que las montañas, dirá presente ante las cámaras fotográficas.