El ciego
Un
ciego tenía por costumbre reconocer por el tacto todo animal que le ponían en
sus manos y decir cuál era. Le ofrecieron una vez un lobezno, después de palparlo
estaba indeciso y dijo: «No sé si eres un cachorro de lobo, o de zorra, o de
otro animal parecido. Sin embargo, estoy bien seguro de una cosa, que este animal
no es apropiado para ir con un rebaño de ovejas.»
Así,
también la inclinación de los malos el mismo cuerpo la revela muchas veces.
ESOPO