“Vivamos la milicia del cristianismo con buen humor

de guerrillero, no con hosquedad de guarnición sitiada”.

Nicolás Gómez Dávila

“Estoy inaugurando en la Argentina la literatura anticlericalosa. En todos los países católicos existe y aquí es una vergüenza. Los eclesiásticos, como toda sociedad humana, tienen sus defectos, abusos y ridiculeces y si no existe un contraveneno, el córrigo-ridendo-mores, campan con todos sus respetos, como una murga cualquiera”.

Padre Leonardo Castellani


miércoles, 4 de marzo de 2015

Más super-católicos en la blogósfera




No hace falta más que revisar un poco al boleo los enlaces de diversos sitios y blogs católicos para darse cuenta que es cada vez más numerosa la cantidad de Campeones de la verdad que pululan por la internet. ¡Cuántos apóstoles de la palabra! ¡Cuántos maestros! Ah, pero, ¿es tan así? No, por el contrario, el libertinaje que permite y facilita la Internet hace que cualquiera se siente frente a la pantalla y teclee sin discernimiento ni supervisión alguna por parte de personas sabias y juiciosas (algo así como un jefe editor) lo primero que su calenturienta mente le dicte. Tenemos acá un caso concreto para ilustrar lo que decimos.

Una especie de amigote de la Radio Cerianidad, que sigue sus siempre tan equilibradas y sabias enseñanzas, se la toma con Francisco, quien por supuesto hace todo lo posible con sus escándalos para que semejantes reacciones sucedan. Ahora bien, lo que hace este bloguero es maldecirlo, y muy efusivamente, como puede verse en la imagen de captura que mostramos:




Pues bien, le recordamos a este super-católico la doctrina moral de la Iglesia, a la cual dice defender:

“No siendo lícito desear el mal al enemigo, tampoco lo es maldecirle. La maldición es, de suyo, pecado mortal contra la caridad, a la que se opone directamente. Sin embargo, en la práctica, muchas veces no pasa de pecado venial, ya sea por parvedad de materia o por imperfección del acto. Con frecuencia esas maldiciones son efecto de una ira momentánea y no se dicen ni desean en serio. No obstante, es obligatorio abstenerse de ellas y corregir con energía esa mala costumbre, por razón del escándalo y de otros muchos inconvenientes que llevan consigo. Volveremos sobre esto al explicar el octavo mandamiento del decálogo (cf. n.823-24).”
(TEOLOGÍA MORAL PARA SEGLARES. MORAL FUNDAMENTAL Y ESPECIAL Por el Rvdo. P. Antonio Royo Marín, O.P.)

Exagera además este señor al decir que todas las homilías de Francisco son panfletos comunistas donde no hay una sola verdad del Evangelio. Está claro el escandaloso super modernismo de Francisco, pero también lo está que de vez en cuando dice alguna verdad del Evangelio que es precisamente lo que hace que los menos avisados lo crean un pontífice católico. Este señor evidentemente no ha leído o escuchado todas las homilías de Francisco. Desde luego que coincidimos en general en su condena y los motivos para hacerlo en su artículo, pero hay que defender la verdad con buenas armas, pues sino se cae en lo mismo de que se acusa al otro.

Por otra parte, sube el artículo del Padre Ceriani que critica la mención de Mons. Williamson de “los hombres de la Iglesia”, pero este bloguero reconoce en su artículo maldiciente a la jerarquía de la Iglesia ya que dice que Francisco “está amparado por toda la Jerarquía de la Iglesia”. Entonces, si contradice en ello las afirmaciones de Ceriani, ¿para qué sube su artículo?


No, en ese campeonato de grandes atletas, paladines y quijotes pasados de rosca no queremos competir. Simplemente avisamos: cuando se pierde la caridad se termina perdiendo la verdad. No seamos como “címbalo que retiñe”, nos advirtió San Pablo. ¡Que le saquen buen provecho!



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