EL
EXTRAÑO LINAJE DE LOS WILLIAMSON
Por Doug Basil Renfield y Dorothy Grapefruit
Segunda parte
Linaje materno:
El
linaje materno del obispo de Kent se caracteriza por su profunda vinculación a
diversas sectas y grupos esotéricos.
Según
algunos reportes de la Internet, “su madre, Helen, cuyo apellido de soltera no
nos ha sido facilitado, debía de ser una real hembra, gobernadora absoluta de
su casa, de fuerte carácter y firmes convicciones, además de pianista de cierto
renombre. Tendrá dos hijos más, el uno empleado financiero en la City de
Londres, mientras el último se construía una carrera cinematográfica en Nueva
Zelanda.”.
El hermano del obispo, Michael Williamson, durante
una actuación en el Queen Theater de Wellington.
A
diferencia del reporter citado (agradecemos la colaboración de Bryan Carreras
en la investigación para este informe), nosotros sí hemos podido averiguar el
apellido de la madre que sería Dezső y habría nacido en Rumania,
probablemente en Valaquia, donde atraída por el novelista Bram Stoker decidiría
mudarse luego a Inglaterra. Su verdadero nombre era Helena.
Helen
“era adepta del movimiento religioso conocido como “Christian Science”, basado
en la protestante Sola Scriptura, que se caracterizaba por predicar que el
pecado dejaba al pecador indemne de toda falta y responsabilidad, y que “una
comprensión verdaderamente espiritual expulsaba al mal como algo irreal”. Esa
“Salvación a través de la comprensión no era otra cosa que el trasunto del
gnóstico “Salvarse a través del Conocimiento”, reservado a una élite de
elegidos.
El estudio de la Christian Sciencie se cultivaba
en la casa del obispo, a la vez que refinadas técnicas de actuación, en las
cuales los ingleses son consumados maestros.
“El
error intelectual no se curaba gracias a la lógica y al estudio, sino gracias a
la oración y comprensión universal, más allá del principio de no-contradicción.
Según Gladys Malden, la mujer que se encuentra
entre los dos hombres en un pub sería la madre de Williamson.
“No
faltaba ni siquiera la consideración de Dios como un ser andrógino, Padre y
Madre al mismo tiempo, y por debajo, la cabalística afirmación de que en Dios
coinciden los contrarios, blanco y negro, luz y oscuridad, error y verdad, Bien
y Mal. Todo esto tan típico de las logias rosacruces tan importantes en el
desarrollo del Imperio Británico desde el S. XVII”.
Helen
tenía un inseparable hermano llamado Adelbert, que la acompañó a la isla y con
quien compartió además la pertenencia a una secta llamada “La Rosa de
Valaquia”, donde se enseñaba la kabalah introducida en Rumania y Bulgaria por
los judíos en el siglo XV a XVI. Una fotografía absolutamente inédita nos
muestra al tío del obispo en una habitación dedicada a tales menesteres
secretos.
Adelbert
Dezső, tío del obispo de Kent.
Continúa
un reporte documental fundado en documentos desclasificados: “Más interesante
aún es considerar las conexiones que esa doctrina mantenía con influyentes
sociedades secretas como la Round Table, fundada en 1890 por Cecil Rhodes con
el fin de federar todos los pueblos anglófonos del mundo para que fueran
capaces de asentar el dominio del Imperio Británico por siempre.
Para ello, éste último dotó de su propio (y enorme) peculio unas cotizadísimas bolsas de estudios en las Universidades de Oxford – Cambridge y Colleges afiliados.
“Asociado
con Lord Alfred Milner, y algo más tarde, con el clan Rothschild, y con la
Christian Science como doctrina oficial, ha constituido uno de los principales
vectores de influencia del Imperio anglo-americano hasta nuestros días.
Antiguo piano que perteneció a la madre del
obispo. Williamson lo conserva en una habitación especial de su residencia de
Kent, donde todas las tardes toca sus piezas favoritas de Beethoven, en
particular la esotérica oda de Schiller.
“Todo
este conjunto de ideas esotérico-ocultistas no sólo entrarán en la vida de
Richard a través de su madre, sino que se precisarán durante su escolaridad,
nada menos que en el Winchester College, en el Hampshire, presunto lugar de
pastoreo de su padre.
No es un colegio cualquiera, sino que es el más antiguo del país, con existencia ininterrumpida desde hace más de 600 años, modelo de Colleges tan elitistas y prestigiosos como el Eton College, o el King’s College, de Cambridge, por lo que la muy fiable Good Schools Guide no teme afirmar: “Se podría decir que Winchester College tiene la mejor tradición educativa de todas las escuelas de Inglaterra”.
Gladys Malden, mucama de los Williamson en los
años ’60.
“¿Será
casualidad que a pocos centenares de metros de ese antiguo y venerable College
se encuentra el Great Hall, único resto del castillo real de Winchester, en el
que se conserva la tabla de madera pintada que representa desde el mismo Siglo
de fundación del College la Round Table, la Mesa Redonda del Rey Arturo,
inspiradora de la Sociedad secreta Round Table-Milner Group? “¿Y que justo al lado de la Mesa, se encuentre un curioso monumento de la Reina
Victoria coronada y entronizada como Reina del Mundo?”.
Oh,
no, nada es casualidad en la vida del obispo que no se retracta, todo obedece a
un plan minuciosamente trazado por su madre y su tío en consonancia con las
logias rosacruces a las que nunca dejará de pertenecer.
Capilla
del College donde estudió el joven Richard.
Un
hombre muy importante para la madre de Richard fue Aaron Horwitz. Este hombre
fue quien descubrió el talento de Richard y a través de las clases de retórica
entendió que debía introducirlo en el selecto círculo de la elite illuminati,
en este caso en el Winchester College.
Continúa
otro informante: “Es allí donde la fuerza oculta que edificó y aun mantiene el
Imperio Británico forma todos los aspectos de la personalidad de sus pupilos,
hasta convertirlos en útiles y leales servidores de un proyecto viejo de cinco
siglos. Particular importancia se da a la formación humanística, artística, y
filosófica, pues como decía Winston Churchill, “el día en que los responsables
del Imperio ya no sepan latín ni griego, éste habrá llegado a su fin”. Y sabía
lo que decía…”
Aaron Horwitz, agente secreto de Su Majestad
y
compañero en las clases de teatro de Helen.
En
1978 la antigua mucama de los Williamson, Gladys Malden, llamada en realidad
Gladys Benítez, luego de ser despedida sin telegrama de pre-aviso ni
indemnización, contó ciertos detalles de la familia Williamson a su nueva
empleadora la Sra. Babbington.
Según
ella, el joven Richard llegó a vincularse con su gran mentor
intelectual-espiritual desde los años 60 hasta su muerte, el conocido escritor
Malcolm Muggeridge, (24 de Marzo 1903-14 de Noviembre 1990), periodista,
satirista, locutor de radio, miembro del MI6, y por último, apologista
cristiano, a través de un cripto-judío llamado Kaplan, que al parecer insistía
en involucrar a Richard con el cristianismo a como diese lugar. De Kaplan se
sabe solamente que murió en 1983 en un accidente ferroviario. Curiosamente
llevaba puesta una kipá cuando sucedió el hecho, y mucho dinero en efectivo que
no tenía procedencia conocida.
Pero sigamos con Williamson, que influido o
no por Kaplan, pensaba convertirse al catolicismo.
Sigue el informante: “Volvemos
a encontrar a Malcolm bañando en los secretos de las altas instancias
mundialistas, casado con Kathleen Dobbs, sobrina de Beatrice Webb, autora que
junto con su esposo Sydney, será una de las divulgadoras del marxismo, en su
versión soft fabiana, que procurará introducir en Gran Bretaña por medio de uno
de los primeros y más completos sistemas de Seguridad Social, lo que valió a
los esposos ser enterrados en la abadía de Westminster, y haber sido
recordados, por ejemplo, en el show inaugural de las últimas Olimpiadas de
Londres.
En este castillo,
perteneciente al Duque de Montefiore, se reunían los rosacruces. Se especula
con que alguna vez pasó por allí la madre del obispo. Hoy el castillo pertenece
al sello discográfico “Apple records” (filmación de los años treinta).
“Lo que se recuerda menos, es
que actuaron como auténticos espías para la Unión Soviética, y que siempre
pretendieron acelerar el ineludible triunfo del comunismo a través de una
penetración lenta, perseverante y progresiva de sus agentes en todos los
estamentos de la sociedad.
“Esta penetración debía ser
hecha según los principios de la Sociedad Fabiana, (de Fabius Cunctator),
general romano que se especializó en vencer no combatiendo de frente, como los
bolcheviques, sino siempre por medios ocultos y engañosos, ganando tiempo para
cansar al adversario, (el temporizador), hasta que éste se rinde casi sin
combatir. Uno de sus mejores realizaciones será la muy influyente London School
of Economics, cuyas gloriosas enseñanzas estamos experimentando actualmente…
Williamson aprendería bien a
ocultarse fabianamente.
“Durante la II Guerra Mundial,
sus relaciones del Intelligence Service pusieron a Muggeridge en relación con
el Movimiento litúrgico belga que ya preparaba el Concilio, hacia el que
adoptaría luego una actitud crítica, por haberse alejado de su matriz y modelo,
la Alta Iglesia de Inglaterra.
Muggeridge fue entonces “quien introdujo a Richard en
los arcanos del sistema mundialista, en su aspecto primario y más importante, y
también más desconocido: El religioso-espiritual. Ese sistema de dominación
definitiva funciona de manera dialéctica, hegeliana, cabalística: Tesis, a la
que se opone una antítesis, que se fundirán en una síntesis, y así una y otra
vez, hasta que todas las resistencias a ese Nuevo Orden Mundial queden diluidas
en un Leviatán mundial muy parecido a lo reflejado en las obras de esos grandes
iniciados rosacruces llamados A. Huxley y G. Orwell, cuyas advertencias vemos
cumplirse bajo nuestros mismos ojos.
Se trata de controlar todos los
intervinientes que se oponen aparentemente, mientras se los lleva sin que lo
sepan a una futura unión de contrarios, por ejemplo, la que se intentó entre la
doctrina católica bimilenaria, y “las mejores conquistas de dos siglos de
civilización liberal” (J. Ratzinger).
Según el informante “Se preparó
al joven Richard para ser el muñidor de uno de los extremos oponentes a la nueva
síntesis conciliar, con la misión de facilitar la incorporación del mayor
número posible de sus adherentes, convenientemente reagrupados en la FSSPX,
dentro de la Nueva Iglesia inaugurada por el Concilio Vaticano II. Para ello,
se había previsto una estrategia conocida como “la pinza”: Una de las
mandíbulas estaría compuesta por un buen núcleo de infiltrados en la FSSPX,
alumnos del filósofo hegeliano alemán Rainhart Lauth, y presidido por el teutón
Padre Schmidberger, que tenía contactos directos con el futuro cardenal y papa
Ratzinger. Estos debían hacer todo lo posible por neutralizar los esfuerzos de
resistencia de la Fraternidad, sin parecerlo, evidentemente. Pero como siempre
iba a existir un núcleo de gentes menos engañables o comprables, era necesario
organizar también una “leal oposición”, aparentemente opuesta a cualquier
acuerdo con la Roma conciliar, pero minada por los mismos errores teológicos y
estratégicos que su contraparte acuerdista, e igualmente controlada por algunos
agentes de influencia. Ese será el papel asignado al joven Williamson, que se
destacó desde sus primeros tiempos en Ecóne como federador de la facción más
dura, y cuasi sedevacantista, sin salirse jamás del guión elaborado muchos años
antes.
“Una vez separados los dos anillos,
y absorbido el más numeroso por la Roma conciliar, neutralizar el otro es un
juego de niños, corrientemente practicado por los Servicios:
“Ese joven tan brillante,
prometedor y bien formado adoptó cada vez más un disfraz, aparentando ser un
estrafalario inglés, capaz de salir con las afirmaciones más imprudentes o
inoportunas, incontrolable e inclasificable, gran defensor de la Tradición y
paladín de las esencias, un inofensivo y excéntrico prelado británico que sería
sin embargo capaz de tomar la sucesión de Mons. Lefebvre si lo peor llegaba a
ocurrir.”
Efectivamente, Williamson es un
consumado actor que en su juventud tomó clases con el destacado actor sir John
Gielgud, y gracias a éste se movió en los círculos más cercanos al Globe
Theatre, donde inclusive llegó a interpretar un papel en “El Mercader de
Venecia” de William Shakespeare. ¿Qué papel? Sí, el de Shylock, el judío.
¿Casualidad?
Dice el informante: “Como
veremos, los actos incoherentes de un excéntrico van a mostrarse de una
coherencia absolutamente británica. Empezando por su gestión del Seminario
norteamericano de Ridgefield, Connecticut. No por nada, desde sus días de
seminarista, Richard se ganó fama de poco claro, reflejado en el mote que le
pusieron: “Tricky Dickie” o “Tricky Richie”.
Recordando la lecciones aprendidas por el espía comunista Muggeridge, Williamson ponía en vigor “un sistema de auténtico espionaje (…) en los seminarios de los que fue superior, en que una camarilla de favoritos eran encargados de espiar todos los hechos, dichos y omisiones de sus compañeros, con informes puntuales y circunstanciados mañana y tarde, haciendo reinar un auténtico ambiente de terror policíaco tan típico de la actual FSSPX.”
Siguiendo con el exhaustivo
informe: “Así ocurrirá en el seminario americano de la Fraternidad, en el que
un grupo de 9 seminaristas empezó a cuestionarse seriamente algunas de las
posiciones más problemáticas de su fundador, como el reconocimiento de unas
autoridades evidentemente heréticas, y por ende, ilegítimas, mientras por otra
parte se les resistía y desobedecía sistemáticamente; o la adopción de las
primeras versiones bugninianas como liturgia oficial, o las crecientes dudas
sobre la validez de las órdenes conferidas con el Ordinal del 18 de Junio 1968,
la aceptación de falsas anulaciones matrimoniales, sólo por apuntar algunas.
“Williamson fue haciendo aumentar las tensiones, hasta que un 27 de Abril 1983, el mismo Mons. Lefebvre, evidentemente aleccionado por los dos topos hegelianos Schmidberger y Williamson, rechazó con evasivas enfrentar esas cuestiones, y empezó un largo y doloroso proceso para hacerse con unas propiedades que los católicos americanos habían puesto a disposición de la Fraternidad con la condición de mantenerse fuera del alcance de la Roma modernista, condición que el arzobispo no parecía dispuesto a cumplir.
“En cuanto a su escudo episcopal, en que,
como es sabido, el electo refleja su personalidad e intenciones, porta el
típico escudo rosacruz.
Veamos este escudo de 1988.
Fíjense en la escritura romana, y en la forma de la
“rosa”.
Comparen con el que figura más arriba, con
escritura gótica y rosa Tudor pentacular, publicado en 1990.
Veamos ahora este otro escudo:
Es el del MI 5, la casa de James Bond, los espías
fundados por el satanista John Dee, en tiempos de la pérfida y anticatólica
Isabel.
La reina
anticatólica Isabel.
No es casualidad que el obispo negacionista sea
particularmente aficionado a las películas del agente 007, mucho se place en
identificar cada uno de los símbolos esotéricos allí secretamente dispuestos.
Por no hablar del alto contenido erótico de estos films.
“Cuando uno recuerda que el simbolismo de la rosa
sobre la cruz, significa que es el sello del silencio de aniquilación sobre la
obra de la Redención, que se hace eficaz en primer lugar a través de los
Sacramentos, frutos de la Cruz, tal vez ciertas cosas empiecen a tener
sentido…Las dos rosas del MI 5 combinadas en un solo escudo, ¿Curioso no? Sobre
todo cuando sabemos que son especialistas en jugar con las dobles
interpretaciones.
“Fidelis inveniatur”, sea hallado fiel, pero…¿A
quién? That is the question. No lo olviden: Williamson interpretó a Shylock.”
Según un teólogo prestigioso, Giovanni Batista
Cucurreddu: Williamson “es el mismo conservador de las esencias, el que
describe a Ratzinger como un hombre sincero, amante de la Tradición católica de
la Baviera de su infancia, pero con una mente liberal que le impide advertir
las contradicciones entre esa Tradición y los errores conciliares. Por esa
razón, Williamson pretende que sólo sería un hereje material, y que esa
situación le permitiría seguir siendo Papa, a pesar de predicar la herejía, y
favorecerla por todos los medios. Es lo que algunos han llamado
“mentevacantismo”.
“Pero cuando nuestro personaje riza el rizo, es con
su afirmación de que el Papa es Soberano de dos Iglesias contrapuestas: Es Papa
de la nueva iglesia conciliar, pero también de lo que queda de la antigua
Iglesia Católica. Si esto no se parece a la fusión de contrarios de los
cabalistas, que venga Dios y lo vea.
“Está claro que Williamson hace todo lo que debe un
buen quintacolumnista para mantener a todos los fieles aún católicos en las
manos de la iglesia conciliar, bajo apariencias precisamente contrarias, por
medio de declaraciones altisonantes, pero vacías y de ningún crédito.
“El iluminismo de Mons. Fellay y sus Cruzadas del
Rosario trucadas se ve ampliamente correspondido por el iluminismo de un Mons.
Williamson, capaz de dar crédito público a cualquier falsa aparición que pueda
favorecer su agenda.
“Bien decía el rosacruz Martín Lutero (aquí tienen
su escudo) que el principal objetivo a alcanzar si querían ver desaparecer
la Iglesia Católica era destruir la Misa: “Cuando hayamos aniquilado la Misa,
habremos aniquilado el Papado en su totalidad. Porque es sobre la Misa, como sobre
una Roca que el Papado se apoya con sus monasterios, sus altares, sus ministros
y sus doctrinas. Todo esto caerá cuando su sacrílega Misa hay sido reducida a
polvo”
Pero decía a continuación: “Sin embargo, para
conseguir este fin con éxito y sin peligro, será necesario conservar algunas
ceremonias de la Misa antigua para los de mente débil, quienes se
escandalizarían con un cambio más rápido”
Williamson ha estado cumpliendo con este objetivo
desde que fue iniciado en la universidad, a instancias de Kaplan.
A su vez, dice entre otras cosas el prestigioso
teólogo Bonardo Goyena:
“Mientras los tradicionalistas se fijaban en la
Misa Nueva, también inválida y herética, pocos se fijaron en que su fuente, el
sacerdocio, había sido herida de muerte, poniendo a la iglesia conciliar en la
misma situación que la anglicana. Como decía el sabio, se fijaron en las
manzanas del suelo, sin darse cuenta de que estaban aserrando el manzano.
“Varios fueron los que desde los años 70-80 han ido
dando la voz de alarma ante ese gravísimo problema, del que el mismo Mons.
Lefebvre era consciente, hasta que el dúo infiltrado Schmidberger- Williamson
lo convencieron asegurándole que la forma nueva y perfectamente inválida del
nuevo rito era en verdad una fórmula oriental antiquísima aún en uso en algunas
iglesias como las de los sirios o maronitas.
Anillo
rosacruciano que usa el obispo en sus misas privadas. Al igual que Jorge
Bergoglio, que usa de acuerdo a su conveniencia distintos anillos, así el
obispo de Kent.
“Desgraciadamente para ellos, el comité de estudios
Rore Sanctifica empezó desde los años 2000 a publicar estudios sistemáticos que
refutaban totalmente esa mentira caracterizada y ponían en relieve la actuación
de las logias masónicas rosa-cruces británicas en la subversión de la Iglesia
Católica desde el S. XVI.
“Casualidad, casualidad, será Mons. Williamson el
que intentará cerrar la boca y las mentes de los miembros de la FSSPX con una
verdadera campaña de terrorismo intelectual y presiones de todo tipo,
impidiéndoles conocer esas investigaciones, y encargando a los dominicos de
Avrillé, en su prestigiosa revista “Le sel de la terre”, una refutación en
regla de las afirmaciones de Rore. Éstos arruinaron completamente su crédito
con una refutación donde no se sabe si sobresale más la ineptitud o la mala fe.
“No mejor suerte corrió el estudio publicado por el
P. Calderón, profesor del Seminario argentino de La Reja, del que casualmente
era superior el mismo Mons. Williamson.
Correspondencia
mantenida entre el obispo Williamson y la Sra. Anderson, falsa vidente que
alimenta el aparicionismo de corte sabbáthico del fabiano de Kent. Nótese que
usan tipografía y sellos antiguos, propios de la secta luciferina ubicada
principalmente en Boston y Charleston, y hoy ramificada en todos los EEUU e
Inglaterra.
“Finalmente, y ante un cierto número de casos
coincidentes, me pregunto si no habría que investigar la posible existencia de
una conexión vasca-argentina-británica, cosa nada extraña si recordamos las
tramas subversivas que desde el S. XIX se han dirigido contra la América
católica, real y española, primero, y contra las españolísimas y muy católicas
Vascongadas, después, siempre bajo patrocinio británico, según confesó el inventor
del nacionalismo paganizante vasco, y de su bandera, Sabino Arana.”
Pues aunque parezca insólito, hemos podido conocer
por alguien que fue seminarista en el seminario ubicado en La Reja, del cual Mons.
Williamson fue director, que el obispo exigía por la mañana que le sirvieran el
café con leche de una determinada marca: “La Vascongada”. Dice nuestro
informante que cierto placer morboso parecía sentir al beber de esta leche.
¿Casualidad?
En una inteligente
estrategia, mientras el obispo Fellay se acercaba a Roma Babilonia el obispo
Williamson simulaba hacer todo lo contrario. La astucia viperina está dando sus
frutos.
“Como han podido comprobar, el obispo Williamson,
tras haber debilitado y corrompido el anillo de los acuerdistas, y haber
engañado a sus integrantes acerca de los verdaderos compromisos estratégicos en
medio de los que se halla la FSSPX, va a especializarse a partir de ahora en
desactivar y reducir a la muerte civil a los integrantes del anillo de los
reacios al acuerdo.
Primero los mantendrá en las mismas posiciones anticatólicas antes aludidas, gran debilidad de la FSSPX, como se puede comprobar, por ejemplo, en la serie de posts que le dedicó el Padre Iraburu hace unos cuantos meses. Sobre todo, que nunca jamás se plantee de manera seria y rigurosa una posible vacancia de la Santa Sede, y de las demás cátedras episcopales católicas.
Primero los mantendrá en las mismas posiciones anticatólicas antes aludidas, gran debilidad de la FSSPX, como se puede comprobar, por ejemplo, en la serie de posts que le dedicó el Padre Iraburu hace unos cuantos meses. Sobre todo, que nunca jamás se plantee de manera seria y rigurosa una posible vacancia de la Santa Sede, y de las demás cátedras episcopales católicas.
“Menos aún, por supuesto, plantear el tema capital
de la invalidez de las órdenes sacerdotales y episcopales conciliares. Pero sí enredarlos en una espiral de espiritualidad insana, aparicionismo,
falsos mensajes y videntes, e incluso un cierto profetismo apocalíptico de
raíces indudablemente cabalísticas.”
El Padre Basilio afirma desde el prestigioso sitio "Radio Cerianidad" que Williamson “tiene que aclarar todo su
actuar ambiguo, incoherente y estrafalario”.
Pero Williamson, por más consumado actor que sea,
llegó a pasarse de la raya cuando convocó a un periodista sueco para hacer un
show televisivo. Premeditadamente llevó al periodista al terreno que él
buscaba: el polémico tema del Holocausto. Williamson sabía que eran aguas
movedizas, pero que ese escándalo lo catapultaría a la escena mundial,
recibiendo una atención mediática indispensable para el actor que en él nunca
muere. El problema es que no calculó las dimensiones de su actuación.
Entonces, como dice el informante: “En cuanto a su
influencia social, ¿Qué se puede esperar de unas personas, sin duda
recomendables por sí mismas, pero a quien van a colgar el infamante sambenito
de Nazi, integrista, negacionista, ultratradicionalista, locos, etc… que no
sólo los convertirá en muertos civiles, sino que podría fácilmente abrirles las
puertas de la cárcel, sin que nadie se atreva a tomar su defensa? Asociadas con
tan sulfuroso personaje, están anuladas antes mismo de haber empezado a
construir cualquier estructura organizativa, desde cero, sin bienes, ni casi
fieles que los sigan.”
En efecto, Richard Williamson termina siendo fiel a
su linaje familiar –por ambas ramas- que no deja de protagonizar escándalos o
escenas desgraciadas.
Para concluir con este linaje materno, de su madre
no se han conocido más informaciones, por lo que su final es oscuro y misterioso.
De su tío Adelbert, en cambio, se sabe que murió de sífilis contraída en uno de
sus frecuentes viajes al sudeste asiático. Su tumba en el Hamilton Cemetery sólo
muestra un símbolo rosacruz y esta leyenda gastada por el tiempo: I will not recant me, es decir, “No me
retractaré”.