“Vivamos la milicia del cristianismo con buen humor

de guerrillero, no con hosquedad de guarnición sitiada”.

Nicolás Gómez Dávila

“Estoy inaugurando en la Argentina la literatura anticlericalosa. En todos los países católicos existe y aquí es una vergüenza. Los eclesiásticos, como toda sociedad humana, tienen sus defectos, abusos y ridiculeces y si no existe un contraveneno, el córrigo-ridendo-mores, campan con todos sus respetos, como una murga cualquiera”.

Padre Leonardo Castellani


martes, 3 de noviembre de 2015

Alumbrado, barrido y limpieza


Confunden una obra de arte con basura y la barren




Trabajos polémicos.Eran botellas vacías, colillas, papeles. No es la primera vez que pasa, ya se habla del género de "obras tiradas"


Parece mentira pero es verdad: pasó hace unos días. Una empleada del museo italiano Bozen-Bolzano (ubicado en esa localidad, Bolzano), llegó por la mañana al museo y vio lo que le pareció un desorden: botellas de champagne vacías, papel picado, guirnaldas, colillas de cigarrillos, en fin, todo lo que queda después de un final de fiesta. Convencida, barrió todos los objetos, poniéndolos en bolsas de basura que clasificó de manera ecológica. Lo que nunca sospechó la señora fue que no se trataba (¡para nada!) de basura sino ¡de una obra de arte! Era ni más ni menos que Dónde podríamos ir a bailar esta noche de las artistas Sara Goldschmied y Eleonora Chiari.

Cuando la situación tomó estado público la directora del museo, Letizia Ragaglia, explicó a distintos medios que “la empleada en cuestión era nueva y se le había pedido limpiar la habitación en la que había tenido lugar la noche anterior la presentación de un libro. Cuando llegó y vio todas esas botellas de champagne vacías en el piso del foyer, pensó que esa era la habitación que había que limpiar.”

Como la empleada había clasificado las “piezas” de la obra de arte (las botellas, las colillas de cigarrillos) como para reciclarlas, a los empleados del museo les fue fácil ubicarlas nuevamente, tomarlas y volver a armar el trabajo de los artistas. Por lo que rápidamente, un día después de ocurrida la “limpieza”, la obra estaba nuevamente expuesta.

Algunos críticos dicen que en realidad esa no es una verdadera obra de arte, porque si una persona que no entiende sobre el tema no la distinguió como tal sino como basura, entonces, ¡es basura! Otros dicen que este tipo de equivocaciones ya ocurrieron varias veces con anterioridad: quizás la que tuvo más repercusión fue la de 2001, cuando al súper exitoso y millonario artista inglés Damien Hirst también le tiraron su obra a la basura. Se trataba de montones de ceniceros llenos, periódicos apilados, tazas de café a medio usar y botellas de cerveza vacías esparcidas por la galería de arte Eyestorm, en Londres. Representaban el estudio de un artista, dijo Hirst entonces. Pero claro, ya habían tirado todo a la basura. Por supuesto, lo tuvieron que ir a buscar y volver a armar “la obra” de acuerdo a las fotografías que habían tomado de ella. En ese momento hubo personas que dijeron queel limpiador debía ser promovido a crítico de arte: porque, tal como el niño que detecta que “el rey está desnudo”, pudo detectar dónde había, en realidad, basura y no arte.

Todas estas se tratan, como mínimo, de obras que son puntos de discusión. Obras controversiales y, en algunos casos, quizás un nuevo género para la historia del arte: ¡el de obras barridas!
  

“¡Me tiraron la obra a la basura y quedó mejor que antes!”

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