Confunden
una obra de arte con basura y la barren
Trabajos polémicos.Eran botellas vacías, colillas, papeles. No es la primera
vez que pasa, ya se habla del género de "obras tiradas"
- Clarin.com Cultura 29/10/15
Parece
mentira pero es verdad: pasó hace unos días. Una empleada del museo italiano
Bozen-Bolzano (ubicado en esa localidad, Bolzano), llegó por la mañana al museo
y vio lo que le pareció un desorden: botellas de champagne vacías, papel
picado, guirnaldas, colillas de cigarrillos, en fin, todo lo que queda después
de un final de fiesta. Convencida, barrió todos los objetos, poniéndolos en
bolsas de basura que clasificó de manera ecológica. Lo que nunca sospechó la
señora fue que no se trataba (¡para nada!) de basura sino ¡de una obra de arte!
Era ni más ni menos que Dónde podríamos ir a bailar esta noche de
las artistas Sara Goldschmied y Eleonora Chiari.
Cuando
la situación tomó estado público la directora del museo, Letizia Ragaglia,
explicó a distintos medios que “la empleada en cuestión era nueva y se le había
pedido limpiar la habitación en la que había tenido lugar la noche anterior la
presentación de un libro. Cuando llegó y vio todas esas botellas de champagne
vacías en el piso del foyer, pensó que esa era la habitación que había que
limpiar.”
Como
la empleada había clasificado las “piezas” de la obra de arte (las botellas,
las colillas de cigarrillos) como para reciclarlas, a los empleados del museo
les fue fácil ubicarlas nuevamente, tomarlas y volver a armar el trabajo de los
artistas. Por lo que rápidamente, un día después de ocurrida la “limpieza”, la
obra estaba nuevamente expuesta.
Algunos
críticos dicen que en realidad esa no es una verdadera obra de arte,
porque si una persona que no entiende sobre el tema no la distinguió
como tal sino como basura, entonces, ¡es basura! Otros dicen que este tipo
de equivocaciones ya ocurrieron varias veces con anterioridad: quizás la que
tuvo más repercusión fue la de 2001, cuando al súper exitoso y millonario
artista inglés Damien Hirst también le tiraron su obra a la basura. Se trataba
de montones de ceniceros llenos, periódicos apilados, tazas de café a medio
usar y botellas de cerveza vacías esparcidas por la galería de arte Eyestorm,
en Londres. Representaban el estudio de un artista, dijo Hirst entonces. Pero
claro, ya habían tirado todo a la basura. Por supuesto, lo tuvieron que ir a
buscar y volver a armar “la obra” de acuerdo a las fotografías que habían
tomado de ella. En ese momento hubo personas que dijeron queel limpiador
debía ser promovido a crítico de arte: porque, tal como el niño que detecta
que “el rey está desnudo”, pudo detectar dónde había, en realidad, basura y no
arte.
Todas
estas se tratan, como mínimo, de obras que son puntos de discusión. Obras
controversiales y, en algunos casos, quizás un nuevo género para la historia
del arte: ¡el de obras barridas!